El mercantilismo es un sistema político y económico que se basa
en la idea de que los países son más ricos y prósperos mientras más metales preciosos puedan acumular. Influenciado por el colonialismo y la gran cantidad de metales preciosos, materias primas y mano de obra barata que los países invasores pudieron obtener de ellas, el mercantilismo reforzó la idea de la acumulación de riqueza como reflejo de poder. El mercantilismo como corriente de pensamiento económico tuvo su máxima expresión en Francia en el siglo XVI bajo el mandato de Jean Baptiste Colbert, ministro de finanzas de Luis XIV. Ideas fundamentales del mercantilismo
La acumulación de riqueza principalmente metales preciosos es
esencial para el desarrollo económico de un país. A mayor acumulación de riqueza, mayor prosperidad y poder político. Ideas fundamentales del mercantilismo
El Estado tiene el rol de utilizar e imponer todos los mecanismos
que sean necesarios para lograr el objetivo de acumulación de riqueza, controles, restricciones, subsidios, etc. Su intervención tendrá un carácter proteccionista, incentivando la producción local al mismo tiempo que la protege de la competencia de productores extranjeros. Ideas fundamentales del mercantilismo
El comercio a nivel global es inalterable. Para que el comercio
ayude a la acumulación de riqueza se deben controlar los flujos de entrada y salida de modo de mantener una balanza de pagos positiva (exportaciones superan a las importaciones) El pensamiento mercantilista se puede sintetizar con las nueve reglas de Von Hornick:
Que cada pulgada del suelo de un país se utilice para la
agricultura, la minería o las manufacturas.
Que todas las materias primas que se encuentren en un país
se utilicen en las manufacturas nacionales, porque los bienes acabados tienen un valor mayor que las materias primas
Que se fomente una población grande y trabajadora
El pensamiento mercantilista se puede sintetizar con las nueve reglas de Von Hornick:
Que se prohíban todas las exportaciones de oro y plata y que
todo el dinero nacional se mantenga en circulación.
Que se obstaculicen tanto cuanto sea posible todas las
importaciones de bienes extranjeros.
Que donde sean indispensables determinadas importaciones
deban obtenerse de primera mano, a cambio de otros bienes nacionales, y no de oro y plata. El pensamiento mercantilista se puede sintetizar con las nueve reglas de Von Hornick:
Que en la medida que sea posible las importaciones se limiten
a las materias primas que puedan acabarse en el país.
Que se busquen constantemente las oportunidades para
vender el excedente de manufacturas de un país a los extranjeros, en la medida necesaria, a cambio de oro y plata.
Que no se permita ninguna importación si los bienes que se
importan existen de modo suficiente y adecuado en el país. El pensamiento mercantilista se puede sintetizar con las nueve reglas de Von Hornick:
Uno de los elementos en los que los mercantilistas estaban de
acuerdo era la opresión económica de los trabajadores. Los asalariados y los granjeros debían vivir en los márgenes de subsistencia. El objetivo era maximizar la producción, sin ningún tipo de atención sobre el consumo.