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Lic.

Fany Adela Condori Cardoza


DEFINICION
Cuando inhalamos, respiramos
oxígeno que es transportado desde los
pulmones hacia el torrente sanguíneo.
Durante la exhalación, el dióxido de
carbono se libera y también viaja a
través de la sangre. Dos de los factores
más importantes que mide la
gasometría es el nivel del dióxido de
carbono y el nivel de oxígeno en la
sangre.
El análisis de gases y los niveles de
pH son de gran importancia para
. determinar los valores de los
gases respiratorios (presión
arterial de oxígeno, PaO2, y
presión arterial de dióxido de
carbono, PaCO2) y el equilibrio
ácido-base en la sangre arterial.
Las alteraciones en el equilibrio ácido-base
pueden estar presentes en muchas
enfermedades. Estos trastornos suelen ser una
manifestación de una enfermedad subyacente.
Así, según los resultados de los gases en la
sangre se puede determinar si hay un problema
en los pulmones (respiratorio) o los riñones
(metabólico), y si la sangre es demasiado ácida
(acidosis) o demasiado alcalina (alcalosis). Se
pueden distinguir cuatro trastornos:
Presión parcial de oxígeno (pO2): se analiza la cantidad de
oxígeno que hay disuelto en la sangre. Los resultados normales
varían entre 75 mmHg y 100 mmHg. Se considera que una
persona presenta insuficiencia respiratoria cuando la pO2 es
menor de 60 mmHg. Sólo se puede analizar en sangre arterial.

Presión parcial de dióxido de carbono (pCO2): consiste en


analizar la cantidad de dióxido de carbono disuelto que hay en la
sangre, al igual que con la pO2. Los resultados normales varían
entre 35 mmHg y 45 mmHg. Si el nivel es bajo puede indicar
alcalosis respiratoria; si son altos puede indicar acidosis
respiratoria. Sólo se puede analizar en sangre arterial.
PH SANGUÍNEO: consiste en analizar la cantidad de protones (H+) que
hay disueltos en la sangre, y que aportan acidez al plasma. Los valores
normales varían entre 7,35 y 7,45. Si el pH es más bajo la persona
presenta acidosis o acidemia; si es más alto presentará alcalosis o
alcalemia. Se puede analizar en sangre arterial y venosa.
SATURACIÓN DE OXÍGENO (SATO2): aunque la pO2 es el método que
se ha instaurado para diagnosticar la insuficiencia respiratoria, a veces
no es el más exacto. Hay que tener en cuenta que el oxígeno en la
sangre está en parte disuelto y en parte unido a la hemoglobina. La
pO2 sólo analiza el disuelto, y para averiguar el unido a la hemoglobina
hay que estudiar la saturación de oxígeno. Se analiza mediante estudios
de luz polarizada en la muestra de sangre. Los valores normales suelen
estar entre el 95-100%, aunque a veces por encima del 90% puede ser
normal. Se puede estudiar sólo en sangre arterial.
Bicarbonato (HCO3): La cantidad de bicarbonato
en la sangre depende de la reabsorción que se produzca
en los . Se encarga de neutralizar el ácido de la sangre,
así que estará aumentado cuando exista una situación
de acidosis mantenida en el tiempo, y disminuido cuando
haya una alcalosis duradera. Los valores normales
varían entre 22-28 mEq. Se puede analizar en sangre
arterial y venosa.
• Acidosis respiratoria: una respiración comprometida hace que el CO2 no
pueda salir del cuerpo, y por lo tanto aumenta en la sangre la concentración
de CO2 y el pH disminuye. Las posibles causas incluyen la enfermedad
pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o la neumonía.
• Alcalosis respiratoria: un aumento de la respiración elimina más CO2, lo
que permite que la concentración de CO2 en sangre disminuya y el pH
aumente. Las posibles causas incluyen hiperventilación, dolor y ciertas
enfermedades pulmonares.
• Acidosis metabólica: es un pH bajo junto con una disminución de la
concentración de bicarbonato en la sangre. Las posibles causas incluyen
una diabetes mellitus no regulada y problemas renales graves.
• -Alcalosis metabólica: hay un aumento del pH con un aumento de la
concentración de bicarbonato en la sangre. La posible causa son los
vómitos prolongados.

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