1. Estudiar el contenido literario y teológico del Apocalipsis y su relación con la apocalíptica del N.T. 2. Establecer el significado de algunos símbolos apocalípticos del N.T. JUAN DE PATMOS HABLA DEL FUTURO, PERO DESDE SU PRESENTE Y PARA SU PRESENTE • Es cierto que el Apocalipsis anuncia muchas cosas venideras que se extienden hasta el mismo fin del mundo. Habla de algunas cosas futuras que Juan no parece concebir como de su propia época, como por ejemplo una confrontación final que se llama Armagedón, la venida del Hijo del hombre, el juicio final y la nueva creación. Negar todos esos elementos de escatología futura sería negar el claro mensaje bíblico del libro. • Pero también es cierto que esas enseñanzas futuras, por muy importantes que sean, no agotan el mensaje del Apocalipsis. De hecho, ni siquiera constituyen el mensaje central del libro. Si analizamos el Apocalipsis cuidadosamente, sin presupuestos que no surgen del texto mismo, descubriremos que la principal concentración del libro se enfoca sobre la situación inmediata en que las congregaciones se hallan inmersas. En ningún momento deja atrás la realidad socióhistórica de su época. 04/23/2020 Lic. F. Adalid García R. 2 • En primer lugar, todo el libro del Apocalipsis es un mensaje directo para sus primeros lectores. En segundo lugar, Juan describe aun los acontecimientos futuros en los términos inmediatos de la vida de sus contemporáneos. Nunca les hace entender que está vaticinando cosas que ellos no podrían comprender tales como aviones, bombas y cohetes, computadoras, petróleo o explosiones atómicas. Les habla claramente de temas y objetos que entienden, aun cuando describe realidades venideras. • Interpretar el Apocalipsis en términos de cosas que ni Juan ni sus lectores hubieran entendido, y que tampoco señalan las palabras del texto, es caer en un grave anacronismo. ¿Cómo podría Juan al escribir acerca del "666" estar pensando en una computadora cuando ni siquiera conocía la electricidad? ¿Algo de lo que el Espíritu reveló a Juan podría sugerirle la idea de una computadora? Recordando que Juan y sus lectores creían entender el mensaje del libro, ¿el Espíritu no se burlaría de ellos y de casi diecinueve siglos de lectores cristianos, si les hablara de una computadora de la cual no tenían la menor idea? 04/23/2020 Lic. F. Adalid García R. 3 • Para concluir: interpretar el Apocalipsis como si todo se hubiera cumplido en el siglo I sería perder toda su proyección futura y en efecto negar las Escrituras. • Pero interpretar cualquier detalle del Apocalipsis como si sólo se relacionara con nuestro siglo y no tuviera ningún mensaje para sus primeros lectores de fines del siglo I, es la peor forma de estudiarlo y también contradice la Palabra de Dios. 04/23/2020 Lic. F. Adalid García R. 4 SU TEOLOGIA DE LA HISTORIA • Debe tenerse en cuenta también la teología de la historia que aparece en los escritos apocalípticos. Al contemplar la historia pasada y presente a la luz del futuro, la literatura apocalíptica alcanza una visión de la historia como totalidad, como también del sentido, unidad y meta del proceso histórico. A veces el uso de la seudonimia ayudó a enfocar la historia globalmente, a menudo con una periodización que en ciertos aspectos anticipó modernos métodos historiográficos. • Los autores apocalípticos veían en las luchas de su época histórica (desde Antíoco Epífanes y los macabeos hasta Domiciano y Juan de Palmos) el drama cósmico del conflicto entre Dios y Satanás. Percibían esta interpretación conflictiva del proceso histórico como una dialéctica de "superpotencias" que luchan por el dominio de la historia. • A veces su conciencia de pueblo de Dios como una realidad a la vez presente y futura (histórica y escatológica; el "ya“ y el "todavía no") les dio elementos de una ética sociopolítica; en otros casos, su fuerte pesimismo y su énfasis unilateral en el juicio futuro los condujo a una pasividad resignada ante los problemas del presente. 04/23/2020 Lic. F. Adalid García R. 5 • Aunque el Apocalipsis de Juan posee muchas características de la literatura apocalíptica y su título (1:1) dio nombre a todo el género, tiene importantes diferencias respecto a esa literatura. • No pretende ser la obra de ningún héroe antiguo sino que identifica a su autor, obviamente bien conocido entre los lectores. Se dirige a siete congregaciones específicas y les envía sendas cartas pastorales. • El libro mismo tiene forma de epístola y se identifica como profecía (1:3; 22:7, 10, 18s.; cf. 10:11). No propone una fuga de la historia sino dirige un mensaje fuertemente ético a sus lectores, llamándolos a la desobediencia civil y la denuncia profética contra el Imperio Romano. • Dentro de la literatura apocalíptica, el Apocalipsis es el ejemplo más enfáticamente pastoral y ético 04/23/2020 Lic. F. Adalid García R. 6 SUGERENCIAS PRÁCTICAS PARA INTERPRETAR BIEN EL APOCALIPSIS • Interpretar el Apocalipsis exegéticamente • Buscaremos descubrir lo mejor que podamos lo que entendían el autor inspirado y sus lectores originales. Así evitaremos toda especulación que vaya más allá del texto. La consigna será: el texto, todo el texto y sólo el texto. Eso significa ser fiel a lo que está escrito, sin añadirle ni quitarle nada (Ap 22:18-19), sino más bien tratar de entenderlo en sus propios términos y contexto. • Todo eso parece obvio, pero en la interpretación del Apocalipsis suele dejárselo de lado. Y lo peor es que quienes lo estudian no se dan cuenta de que van por mal camino: la mayoría de las veces, creyendo que están interpretando el libro "bíblicamente", de hecho actúan contra una exégesis sana. 04/23/2020 Lic. F. Adalid García R. 7 • Interpretar el Apocalipsis históricamente • El conocido refrán "un texto fuera de su contexto es un pretexto" se aplica no sólo al contexto literario de un pasaje (los versículos que lo preceden y siguen) sino también al contexto histórico del libro y del pasaje. Bien ha dicho G. B. Caird: "Lo que se nos exige es volvernos historiadores." • Con una imaginación histórica bien informada y empática , dice Caird, tenemos que "entrar en la experiencia de una generación pasada e infundirle vida para que llegue a revelar su significado para nuestro propio tiempo." • En esa tarea de empatía histórica tenemos serias desventajas. Los primeros lectores conocían personalmente al autor, pues era su pastor. Conocían su personalidad y su manera de hablar. Pero hoy tenemos que inferir tanto la identidad del autor como- la fecha y las circunstancias en que escribe, para tratar de interpretar el libro en su contexto. 04/23/2020 Lic. F. Adalid García R. 8 • Interpretar e! Apocalipsis cristocéntricamente • Jesucristo es el personaje central de todo el libro; el tema central de todo el Apocalipsis es: Cristo es el Señor. Pero Jesús es muchas veces el personaje olvidado en el Apocalipsis. A menudo se presta más atención al dragón que al Cordero. Una lectura "bestiacéntrica" del Apocalipsis jamás podrá edificar nuestra fe ni alimentar nuestra esperanza, como era el propósito de este libro para sus lectores. • Ningún tema es más central y enfático en el Apocalipsis que el señorío de Cristo. Todo en este libro está subordinado a él. Pero Cristo aparece rodeado de una profusión tan abundante de imágenes, sujetos y símbolos, que corremos el peligro de perder la visión de Jesús y clavar la mirada en tanta otra cosa secundaria. Para interpretar bien el libro necesitaremos en todo momento una mente sujeta a la cautividad de Cristo y una imaginación rigurosamente disciplinada para no ver nada "sino a Jesucristo, y éste crucificado". 04/23/2020 Lic. F. Adalid García R. 9 • Interpretar el Apocalipsis imaginativamente • Puesto que la mayor parte del libro consiste en visiones típicas del género apocalíptico, debemos leerlo con los ojos de la imaginación, viendo por la fe los cuadros que el texto nos dibuja y dejando que ellos digan su mensaje. • Cristo le mandó a Juan escribir lo que había visto, para que nosotros también lo veamos. El Apocalipsis es un libro para los que tienen ojos para ver. • Como señalamos anteriormente, el libro del Apocalipsis apela constantemente a nuestros sentidos de percepción: la vista (candeleras de oro, tronos, joyas, animales, ¡hasta una ramera voluptuosa!), los oídos (trompetas, truenos, arpas, flauta, cataratas impetuosas), el olfato (perfumes, azufre), el tacto (la mano del Señor sobre la cabeza de Juan; el Cordero toma el libro, Juan toma el librito) y el gusto (un libro agridulce, agua de vida, frutos de cada 04/23/2020 Lic. F. Adalid García R. 10 • En el caso del Apocalipsis es importante distinguir dos niveles de interpretación: lo exegético (lo que el texto dice, el cuadro que las palabras dibujan) y lo estético (la manera personal de "leer" los cuadros y responder a su impacto). • Pero también la interpretación estética e intuitiva tiene que ser fiel al texto, al cuadro que Juan pintó. • Y será siempre crucial no confundir los dos niveles ni confundir legítimas respuestas estéticas con un análisis exegético objetivo.
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• Interpretar el Apocalipsis pastoralmente • Juan de Patmos era pastor de corazón: escribía para orientar a las congregaciones y fortalecerlas en tiempos de prueba y peligro. Se distingue de los demás autores apocalípticos por su decisiva orientación pastoral. En contraste con ellos, se identifica explícitamente, se dirige a un circuito de congregaciones específicas, y aun "interrumpe" sus visiones para transmitir siete cartas pastorales a las comunidades. El Jesús que se le aparece se caracteriza por ser el "gran Pastor de las ovejas" (He 13:20), y Juan mismo comparte ese tierno y sensible corazón de su Maestro. • El libro del Apocalipsis puede enseñarnos mucho sobre una pastoral de acompañamiento y de crisis. Desde la antigüedad ha servido poderosamente para fortalecer a los que confrontaban peligro y persecución. Así, por ejemplo, su lectura en la cárcel sostenía la fe de los mártires de Lyon (177-178 a.C.) (cf. García Cordero, 1962:20). Por otra parte, sólo una perspectiva consecuentemente pastoral nos permitirá entender el mensaje del libro. • El Apocalipsis es una lectura para mártires, no primordialmente para "expertos en profecía". Nace de una. intención profundamente pastoral, y sólo si compartimos esa intención podremos compartir también su gozo, esperanza y osada tenacidad. 04/23/2020 Lic. F. Adalid García R. 12 • Interpretar el Apocalipsis prácticamente • Es necesario interpretar el último libro de la Biblia desde una perspectiva radical e integralmente ética. Toda la enseñanza del libro pretendía orientar la conducta de los fíeles en medio de circunstancias muy difíciles y conflictivas. • Juan insiste en que la bienaventuranza del libro será precisamente para los que llevan a la práctica consecuente el mensaje profético con todas sus exigencias éticas. • Se hará evidente en el análisis del texto que esta práctica del mensaje profético no se limita a la esfera de la moral personal y privada. Juan tiene mucho que decir también sobre la justicia social y económica, y sobre la postura que han de asumir los seguidores del Cordero ante su mundo. • Su enfoque es contextual, frente a las realidades contemporáneas del Imperio Romano. Plantea a los fíeles una ética evangélica integral, con especial énfasis en la fidelidad histórica 04/23/2020 en la crisis de su Lic. sociedad. F. Adalid García R. 13 • Juan Stam. APOCALIPSIS. TOMO 1 • Capítulos 1 al 5. Introducción y comentario • Argentina: Ediciones Kairós, 1999.
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EL SENTIDO ORIGINAL DEL APOCALIPSIS • Uno de los libros bíblicos que más interés ha suscitado y suscita es el Apocalipsis; el misterio que envuelve su mensaje, la forma literaria tan peculiar con la que escribe el autor y, especialmente, su contenido simbólico, han sido objeto de múltiples interpretaciones a lo largo de la historia. Ya, desde estas primeras líneas, conviene apuntar que nos encontramos ante un libro interpretado por algunos grupos a golpe de acontecimiento histórico. • Su naturaleza reveladora, anunciada desde las primeras palabras de texto con la expresión «lo que tiene que suceder pronto» (Ap 1,1), ha alimentado en el tiempo el deseo de intérpretes y lectores por escudriñar el contenido misterioso del libro conduciendo a las más insospechadas lecturas. • Si, como veremos, el género apocalíptico acompaña la historia en sus momentos más críticos, abriendo horizontes de transformación, podemos concluir que también la interpretación de la simbólica de la obra ha sido desvelada a golpe de crisis. Y es que el simbolismo apocalíptico esconde una realidad social (Adela Yarbro Collins, «The Revelation of John», p. 4). • Por ello, los momentos críticos de la historia han marcado de contenido y literatura los símbolos que colorean el texto. 04/23/2020 Lic. F. Adalid García R. 15 • En definitiva, estos últimos análisis contemplan una situación general de crisis que no tiene un único origen sino que, desde el punto de vista sociológico, adquiere, al menos, cuatro expresiones concretas de diversa índole:
• a) el ambiente que rodea a las iglesias nos habla de problemas con la
sinagoga; • b) las dificultades que encontraron los grupos cristianos para vivir en sociedades paganas; • c) una notable hostilidad hacia Roma, y • d) las tensiones entre ricos y pobres propias de una sociedad desigual que también tienen repercusión en los grupos cristianos.
• Entre los diferentes autores, la estudiosa Adela Yarbro presenta
dos claves, crisis y catarsis, como dimensiones que, revestidas de imágenes, ayudan al grupo eclesial a ponerse en actitud de discernimiento de su peculiar momento y cuya funcionalidad es generar en él una reacción. Todo ello leído e interpretado en un ambiente 04/23/2020 litúrgico. Lic. F. Adalid García R. 16 • Así pues, con visos de certeza, podemos afirmar que el Apocalipsis cristiano muestra el momento histórico de una comunidad que tiene la fisonomía de un grupo perseguido por las autoridades romanas y judías. • Entendiendo persecución en sentido amplio, es decir, como hostilidad a una forma de ver la realidad. Por ello, parece oportuno sostener que el libro está originariamente destinado a consolar y acompañar la vida de dichos grupos. • Pero sería injusto limitar la finalidad de la obra a la consolación del grupo creyente ya que, el Apocalipsis tiene un propósito revulsivo, quizá tratando de denunciar una acomodación de los creyentes al ambiente, una especie de llamada a las conciencias a despertar, y crear espacios de resistencia y de capacidad de reacción ante la opresión. 04/23/2020 Lic. F. Adalid García R. 17