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CAPÍTULO VI

LA ACCIÓN VOLUNTARIA Y SU ESPECIFICACIÓN MORAL

I. LA ACCIÓN VOLUNTARIA

II. EL OBJETO DE LA VOLUNTAD

III. LA ESPECIFICAIÓN MORAL DE LAS


ACCIONES VOLUNTARIA

IV. LA MRALIDAD DE LAS ACCIONES CON


EFECTOS INDIRECTOS O ACCIONES DE
DOBLE EFECTO

V. LA INTEGRIDAD PSICOLÓGICA DE LA ACCIÓN VOLUNTARIA Y SU


IMPUTABILIDAD
I. LA ACCIÓN VOLUNTARIA

- Comportamiento específicamente humano gobernado por la razón y la voluntad.

1. Concepto de acción voluntaria


- Acción que procede de un principio intrínseco con conocimiento formal del fin.

1) Principio intrínseco: facultad o principio operativo que está


dentro del hombre.

2) Conocimiento formal : el sujeto agente conoce “aquello en


vista de lo cual”(el fin) realiza la acción, y lo conoce
expresamente bajo la razón de objeto de su obrar,
valorando su conveniencia en cuanto tal.
- Sin conocimiento formal del fin no hay acción voluntaria en
sentido riguroso.

3) Fin: el objeto propio de la voluntad.


- La acción humana no puede sr descrita como un “hacer”
externo separado del propósito interior del que procede y
que lo inspira.
- La descripción de la acción humana, para ser adecuada,
debe comprender la unidad que existe entre la conducta
externa y el proyecto interior que aquélla realiza.
2. La tendencia de la voluntad hacia el fin: la voluntariedad.
● La voluntariedad es el modo específico de la voluntad de “tender” hacia un fin.

● Características:

1) La voluntariedad es consciente:

- Porque la tendencia del acto hacia el objeto es


proyectada deliberadamente por el sujeto.

- Porque incluye un juicio intelectual en su


estructura íntima: ese juicio está presupuesto
y como inmerso en la actividad de la voluntad,
que es siempre un “tender juzgando”.

2) La voluntariedad es guiada y ordenada por la


razón.
- La acción y el bien hacia lo que ella tiende son
presentados y valorados por la razón práctica y,
en ese sentido, son constituidos por ella.

- El finalismo tendencial adquiere en la acción


voluntaria la forma de propósito elaborado y
valorado por la razón.
3) La voluntariedad es activa

- Es una acción y no una pasión, porque la relación


establecida entre el sujeto voluntario y el objeto es
decidida y puesta por aquél. El sujeto agente es
dueño de la acción realizada.

- La acción se diferencia de la pasión y los


sentimientos, diferencia que no se anula por el
hecho de que la persona puede conseguir dominar
su afectividad.

4) La voluntariedad es autorreferencial.

- Toda acción voluntaria revierte sobre el sujeto


personal.

- El querer implica una identificación personal con lo


querido que no existe en el conocer en cuanto tal, y
tampoco en el “sentirse afectado o afectividad”.

- La persona queda comprometida, como persona, en


todo acto de voluntad.

- Toda determinación de la voluntad acerca de un objeto es


siempre también autodeterminación.
3) Acciones voluntarias elícitas y acciones voluntarias imperadas
- Las acciones voluntarias elícitas son actos
ejercidos directamente por la voluntad (amor, odio,
etc.)

- La persona toma postura ante un objeto con


independencia de que al realización del objeto esté
o no en su poder.

- Por ejemplo: amar u odiar las cualidades de otra


persona, pero sin poder hacer nada para promover
u obstaculizar esas cualidades.

- Las acciones voluntarias imperadas son los actos


realizados inmediatamente por una facultad diversa
de la voluntad (la inteligencia, los brazos, los ojos)
bajo la influencia y la moción de la voluntad.

- Por ejemplo: leer un libro, golpear la mesa, prestar


atención.

- Los actos elícitos tienen gran importancia, porque son el principio y el fundamento de los
actos imperados.

- Existe una gran unidad entre los actos elícitos y los imperados: los elícitos son como el
“alma” de la acción, los imperados son como el “cuerpo”.
4) Acción y omisión

- La acción voluntaria se aplica tanto al querer o al


hacer voluntario como al no-querer o al querer no-
hacer (omisión).

- El omitir es una decisión tan voluntaria como el


hacer.

- El concepto de omisión es éticamente relevante


cuando determinadas situaciones exigen un
comportamiento que, sin embargo, no se realiza.

- Cuando la acción es posible para nosotros, la


omisión puede suponer un acto elícito (la persona
toma interiormente la decisión positiva de no hacer)
o la omisión de todo acto (no se toma ninguna
decisión a la táctica decisión de no hacer)

- En ambos casos, la persona es responsable de que


las cosas tomen un curso que ella podía y debía
haber impedido, porque tal estado de cosas es de
algún modo causado por su voluntaria inactividad.
5. Acción perfectamente voluntaria y acción imperfectamente voluntaria
- Acción perfectamente voluntaria es aquella que
cumple plenamente las condiciones de la acción
voluntaria: advertencia y consentimiento pleno.

- Acción imperfectamente voluntaria se da cuando


falta alguno de los dos requisitos o condiciones.

- La imperfección del acto voluntario puede


originarse de dos modos:

1) Presencia imperfecta del conocimiento formal del fin en el


momento de la acción. Debido a causas o situaciones que
dificultan, en el momento en que se obra, que el
conocimiento del fin poseído informe la acción (la semi-
somnolencia, la ebriedad parcial, etc.)

2) Imperfección del movimiento de la voluntad hacia el


objeto, por éste posee también aspectos que causan
repugnancia, titubeo, etc.- Se origina ante acciones
ambivalentes, por poseer caracteres de deseabilidad de
diverso género y de signo contrario (acción honesta, pero
dolorosa; acción ventajosa, pero injusta, etc.).
6. Acción no voluntaria, acción involuntaria y acción voluntaria mixta

- La acción no voluntaria significa privación de


voluntariedad, sobre todo por falta del
conocimiento formal del fin: ignorancia de las
circunstancias concretas de la acción,
principalmente de su objeto.

- La acción involuntaria añade un elemento a


la acción involuntaria: la contrariedad u
oposición de la acción voluntaria al acto o a
la disposición habitual de la propia voluntad.
(la violencia, la ignorancia de las
circunstancias de una acción nunca
deseada, etc.)

- La acción voluntaria mixta (mezcla de


.
voluntariedad e involuntariedad). Son
acciones libres y psicológicamente
normales, pero que no responden a una libre
iniciativa de la persona.
II. EL OBJETO DE LA VOLUNTAD

1. El bien como fin y la acción que lo realiza


- Fin es lo que en el momento de obrar se presenta como bueno o deseable en sí mismo.

- Fin es lo que tienen interés en sí y por sí y, por ello, puede ser en sí mismo principio de
actualización (objeto) de la voluntad y término de ella.

- Dos modalidades fundamentales de la razón


general de fin (lo bueno en sí mismo): lo honesto y
lo deleitable.

a) El bien honesto tiene un carácter objetivo: la


persona humana se reconoce en él y lo aprueba .

b) El bien deleitable es querido porque causa en mí


una resonancia afectiva positiva: placer,
satisfacción, alegría , etc.

- Bien finalizado: bien querido porque, en el momento en que se obra, se presenta como
ordenado (finalizado) a al realización o consecución del fin.
2. La intención y la elección

- Intención: acto elícito de la voluntad que consiste


en el querer eficaz de un fin que, en su realidad
fáctica, está distante de nosotros, de modo que no
resulta inmediatamente realizable o alcanzable,
sino que es querido como algo que ha des ser
alcanzado a través de otras acciones.

- El objeto de la intención es un fin, que es visto como


algo apetecible en sí y por sí.

- Decisión o elección: acto elícito de la voluntad que


tienen por objeto lo inmediatamente operable en
vista de un fin inmediato.

- El objeto de la decisión es la acción finalizada que


está inmediatamente en mi poder hacer o no hacer,
hacerla de un modo u otro.

- La decisión presupone varios actos de la inteligencia:


la deliberación, un juicio práctico y la intención.
3. La relación entre intención y elección
- La distinción entre intención y elección no rompe la
unidad del obrar.

- Normalmente intención y elección son dos momentos


inseparables del mismo movimiento voluntario:

- Cuando la voluntad se propone alcanzar un fin a


través de determinados medios: intención.

- Cuando la voluntad decide realizar determinadas


acciones en vista del fin que se ha prefijado: elección.

- La intención es un principio, al que debe


añadirse un recto discernimiento acerca del
modo concreto de realizarla (no bastan las
buenas intenciones).

- Para que haya ordenación de la voluntad


hacia el fin último se requiere de la mediación
de las virtudes morales o de las normas éticas
de ellas derivadas.
III. LA ESPECIFICACION MORAL DE LAS ACCIONES VOLUNTARIAS

1. ¿Qué es la especificación moral de las acciones?


- Es saber qué aspectos de un comportamiento concreto (intención, elección, etc.)
determinan su encuadramiento bajo uno u otro de estos conceptos.

2. El principio fundamental: la especificación moral según el objeto


- El objeto de la acción voluntaria es el contenido de una
decisión del sujeto que puede hacer relación a una cosa o
evento, o expresar la actitud ante algo o alguien o cierto
uso de una cosa. Po ejemplo: el robo de un automóvil, dar
limosna a un necesitado, un homicidio voluntario, etc.

-El principio general de la especificación moral de las


acciones voluntarias es que éstas reciben su primera y
fundamental especificación según la relación de su objeto
con las virtudes ( o los vicios).

- La intención, la elección, el consentimiento o cualquier


acto voluntario recibe su especificación por su objeto.
3. Otras fuentes de especificación moral: el fin y las circunstancias

- El fin: intención principal y determinante por la


que se ha elegido la acción realizada.

- Las circunstancias: intenciones secundarias y


no esenciales o no determinantes para la
realización de la acción.

- Las circunstancias son características que no


tienen ninguna relación con el orden moral.

- Circunstancias: características y cualidades del


sujeto, cualidad y cantidad del objeto moral,
lugar, medios empleados, modo moral,
tiempo, etc.
4. Relación entre las diversas fuentes de la especificación moral
- Para que una acción buena han de ser buenos el
objeto, el fin y las circunstancias.

- Si algunos de los componentes (intención o


elección) es incompatible con una virtud o con
una norma ética, la actuación en su conjunto es
mala.

- Ni una buena intención justifica una acción


finalizada incompatible con la virtud, ni una
acción finalizada buena convierte en buena la
intención mala ni el conjunto de la actuación
completa.

- Acciones intrínsecamente malas: acciones que


lesionan esencialmente una virtud y destruyen el
bien de la persona, y muchas veces destruyen la
vida social, aunque fuesen precedidas o
seguidas de otras acciones buenas.

- Las circunstancias no pueden hacer


objetivamente justa una acción intrínsecamente
opuesta a las virtudes. Pueden aumentar o
disminuir la bondad o malicia d un acto.
IV. LA MORALIDAD DE LAS ACCIONES CON EFECTOS INDIRECTOS
O ACCIONES DE DOBLE EFECTO

- El efecto indirecto de la acción es una consecuencia


suya que no interesa ni es querida de ningún modo,
ni como fin ni como medio, pero que es prevista y
permitida en cuanto que está inevitablemente ligada
a lo que se quiere.

- Por ejemplo: una mujer se somete a un tratamiento


contra la leucemia que origina, como efecto
secundario la calvicie.

- Para que el efecto previsto de una acción pueda


ser considerado objeto indirecto de la voluntad,
tal efecto no puede ser la causa (en el plano
intencional, el medio) de la consecución o
realización de lo que realmente interesa.

- El objeto indirecto no es querido, sino permitido,


tolerado o sufrido.
2. Valoración moral de las acciones con efectos indirectos

- Las acciones con efectos indirectos puede ser realizada si se dan las siguientes
condiciones:

1) Que la acción sea en sí misma buena o


indiferente.

2) Que el efecto bueno sea el efecto inmediato (que el


efecto bueno no sea obtenido por medio del
malo).

3) Que la intención del agente sea buena.

4) Que exista una causa o necesidad


proporcionalmente grave para realizar la acción.
V. LA INTEGRIDAD PSICOLOGICA D LA ACCIÓN VOLUNTARIA
Y SU IMPUTABILIDA MORAL

○ Imputabilidad : el estado del hombre en


cuanto sujeto de una acción, en virtud de
la cual esa acción le puede ser atribuida
como a su autor.

○ Imputabilidad moral: si la acción puede


ser atribuida como mérito o culpa moral.

- Sólo las acciones voluntarias son


moralmente imputables.
- Condiciones y circunstancias del sujeto que modifican o pueden modificar la libertad
de la acción y su imputabilidad moral.

- Por parte del conocimiento formal del fin hay que considerar: la falta de advertencia y la
ignorancia.

- Advertencia: acto mental por el que la persona se da cuenta de lo


que va a hacer o de lo que está haciendo y de la moralidad de su
acción.

- La persona puede:
◊ Advertir perfectamente lo que hace (advertencia plena).
◊ No advertir en absoluto (ausencia de advertencia).
◊ Puede advertir de modo imperfecto (advertencia semiplena).

- Ignorancia: conocimiento erróneo de la


moralidad de la acción y de las
circunstancias.

- La ignorancia puede ser de hecho y de


derecho.
- Clases de ignorancia:
A) Ignorancia invencible: aquella que domina la conciencia
tan plenamente, que no deja posibilidad alguna de
reconocerla y apartarla.

- La ignorancia es invencible:
a) Cuando la persona ni siquiera sospecha que su opinión es
equivocada y que, por tanto, debe ser abandonada.

b) Cuando, a pesar de haber reflexionado, estudiado o preguntado a


personas prudentes y experimentadas sobre un determinado
problema, se llega sinceramente a una solución que objetivamente
es errónea.

B) Ignorancia vencible: aquella que atendiendo a las


circunstancias del sujeto que obra, se puede advertir y
superar, pero permanece porque no ha habido interés
por superarla o porque no se ha empleado la debida
diligencia.

- La ignorancia es vencible cuando surgen dudas sobre la


verdad d la propia opinión, y disponiendo de los
medios para descubrir la verdad, no s emplea la
debida diligencia por pereza, malicia, etc.
- La ignorancia es invencible en la medida que
es antecedente y es vencible en la medida
que es consecuente.

- La ignorancia invencible y antecedente se


llama inculpable y la ignorancia vencible y
consecuente se llama culpable.

- La ignorancia invencible (antecedente) suprime


la voluntad y la imputabilidad moral de la acción
en la misma medida en que se extiende esa
ignorancia.

- La ignorancia vencible (consecuente) no


suprime la voluntariedad y la imputabilidad
moral de la acción (en último término el sujeto
no quiere la acción porque ignora, sin ignora
porque quiere), aunque a veces puede
atenuarla.
- La pasiones pueden modificar la voluntariedad y la imputabilidad moral.

- Normalmente la afectividad constituye un factor motivacional que la persona secunda


voluntariamente.

- El hábito moral: hábito electivo adquirido por la


repetición de actos libres; y puede ser virtud o
vicio.

- El hábito moral, en cuanto tal, no atenúa la


imputabilidad moral de la acción a la que el
hábito inclina.

- No son moralmente imputables las acciones


imperadas externas debidas completamente a la
coacción o violencia física.

- Ciertas enfermedades mentales


pueden anular, o atenuar en
diversos grados, la voluntariedad y
la imputabilidad moral.

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