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El Derecho a la Ciudad y la

nueva Constitución en la
Ciudad de México
Dra. Pilar Berrios Navarro
Introducción
Las ciudades manifiestan la disputa constante entre lo público y lo privado; los niveles
de desigualdad tocan diversas dimensiones: económicas, sociales, culturales, étnicas, de
edad y de género para satisfacer sus más elementales necesidades y derechos. Las
políticas públicas urbanas tienden a desconocer el aporte social en la tarea cotidiana de
construir ciudad y ciudadanía.
Graves consecuencias de la falta de participación y de elección de cursos de acción
acordes a la dinámica poblacional, son los desalojos masivos, la segregación, el
consecuente deterioro de la convivencia social, así como las experiencias diarias de las
mujeres, ya que es un hecho que los espacios urbanos se han diseñado para valorar la
producción y menospreciar la reproducción”.
Bajo este contexto, la Ciudad de México vivió un proceso reciente de reconocimiento y
fundamentación del Derecho a la Ciudad, a través de su incorporación como un eje
transversal en su Constitución.
El Derecho a la Ciudad: ¿un nuevo
derecho?
• Un debate relevante que surge en las sociedades contemporáneas
deviene de cómo conceptualizar los derechos humanos, ubicando si
de ellos se desprenden nuevos derechos o bien se constituyen a partir
de nuevas realidades que emergen nuevos valores y paradigmas
éticos.
Fundamentos del Derecho a la Ciudad
Como se mencionó, uno de los asuntos relevantes en la dinámica de
ampliación de derechos es el impulso de la democracia participativa.
En la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano,
fundamentalmente, existen cuatro preceptos que resguardan en su
conjunto el imperativo de la participación en los asuntos públicos
Lefebvre en su libro El derecho a la ciudad propone la idea central del
“rescate al hombre como elemento principal, protagonista de la ciudad que
él mismo ha construido” (Lefebvre, 1978). Por lo tanto planteó que el
derecho a la ciudad es entonces restaurar el sentido de ciudad, instaurar la
posibilidad del “buen vivir” para todos, y hacer de la ciudad “el escenario de
encuentro para la construcción de la vida colectiva” (Molano, 2016)
La Carta Mundial por el Derecho a la
Ciudad
• Un paso fundamental en la construcción del derecho a la ciudad en las
sociedades actuales fue la elaboración de la Carta Mundial por el Derecho a la
Ciudad cuyos trabajos iniciaron en el Foro Social Mundial en 2002.
• A partir de este proceso abierto, en forma paralela a diversas iniciativas de la
sociedad civil, algunos gobiernos, tanto a nivel regional, como nacional y local,
han venido generando instrumentos jurídicos que buscan normar los derechos
humanos en el contexto urbano. Destacan, entre los más avanzados a nivel
internacional, la Carta Europea de Salvaguarda de los Derechos Humanos en la
Ciudad, firmada hasta ahora por más de 400 ciudades, el Estatuto de la Ciudad
de Brasil, decretado en julio de 2001; y, a escala local, la Carta de Montreal, y la
Carta de la ciudad de México por el derecho a la ciudad. Cabe destacar también
la inclusión del derecho a la ciudad en las constituciones de Ecuador y de Bolivia.
Derecho a la Ciudad y Género en la
Constitución de la Ciudad de México
• En 2010 se firma la Carta por el Derecho a la Ciudad de la Ciudad de México
que fue asumida por el Gobierno del Distrito Federal en 2010, fue un
instrumento que diversos sectores sociales asumieron como base para
propuestas significativas en el proceso constituyente.
• En concordancia con la Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad, algunos de
los planteamientos en los que se basa son: primeramente apelar al carácter
democrático del Estado, el cual se manifiesta en una sana relación entre la
clase política y la sociedad civil, y en segundo lugar, la necesidad de abrir
canales, más allá del sistema de representación que permitan a hombres y
mujeres tomar parte en las decisiones que les conciernen, ser parte de lo
público, en la delimitación de lo que habría de ser uno de los principales
derechos políticos: la participación en los asuntos públicos.

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