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Guía para Docentes del Programa Escuela

Segura
La Guía para Docentes del Programa Escuela
Segura Señala tres responsabilidades principales
que competen a las personas que desempeñan
funciones docentes
La Guía para Docentes del Programa Escuela Segura
(Educar y proteger. El trabajo docente en una Escuela
Segura. Guía para docentes, 2011). Esta guía ofrece al
docente sugerencias para fortalecer en el aula, en la
escuela y en las familias del alumnado, factores
protectores frente a riesgos como la violencia en
cualquiera de sus manifestaciones, el consumo de
drogas, la participación en actos delictivos, entre
otros.
Señala tres responsabilidades principales que competen a
las personas que desempeñan funciones docentes:

Primera, la construcción de ambientes


escolares protectores (pág. 21), la cual implica
desarrollar acciones preventivas ante situaciones
y conductas de riesgo, y atención de casos
críticos. Al prevenir se cumple una de las
obligaciones señaladas por el Estado frente a la
infancia: asegurar las condiciones para su pleno
desarrollo emocional, físico y social. Las acciones
preventivas implican detectar, educar y actuar.
Señala tres responsabilidades principales que competen a
las personas que desempeñan funciones docentes:

Segunda, llevar a cabo actividades de autoevaluación y


planeación (pág. 52). A través de las cuales, el personal
docente reflexiona sobre el grado en que en su salón de
clase y en su escuela se protege al alumnado. La finalidad
de estas actividades es identificar acciones y estrategias
para fortalecer la protección del alumnado a partir de los
siguientes aspectos: qué tanto se evitan burlas o ironías
entre los miembros de la comunidad escolar; se brinda
apoyo a quienes están en riesgo, desventaja o tienen algún
problema; y se da importancia a la dimensión efectiva.
Señala tres responsabilidades principales que competen a
las personas que desempeñan funciones docentes:

Por último, el personal docente asume construir un


ambiente socioafectivo en el aula (págs. 60-61). Por medio
del compromiso de proteger al alumnado a partir de la
promoción de relaciones afectivas, de respeto y solidaridad
en el grupo; vencer la indiferencia ante las inquietudes o
problemas que enfrentan; prevenir situaciones que
atentan contra su integridad y su dignidad, atender
necesidades de quienes están en riesgo; intervenir ante
burlas, humillaciones y otras formas de discriminación; y,
conversar y general vínculos de confianza.

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