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8° SEMESTRE
patológica clínica I
Se trata de un tubo
muscular distensible y hueco que
va desde la epiglotis a la unión
gastroesofagica, que se localiza
enfrente de diafragma
ENFERMEDADES OBSTRUCTIVAS
Y
VASCULARES
OBSTRUCCIÓN
MECÁNICA
Se pueden encontrar atresias, fístulas y
duplicaciones en cualquier área del tubo
digestivo.
- La atresia es un proceso en el que un
cordón delgado no canalizado sustituye
un segmento del esófago, es más
frecuente cerca o a la altura de la
bifurcación traqueal y se suele asociar a
una fístula que conecta el fondo de
saco esofágico superior e inferior con
un bronquio o con la tráquea.
El transito de alimento se puede ver
afectado por una estenosis
esofágica. El estrechamiento se
suele deber a un engrosamiento
fibrosos de la submucosa, a atrofia
de la muscular propia y a lesiones
epiteliales secundarias. - La disfagia
asociada a estenosis suele ser
progresiva, la dificultad para la
ingesta de sólidos aparece mucho
antes de la dificultad para tragar
líquidos.
OBSTRUCCIÓN
FUNCIONAL
La dismotilidad esofágica interfiere en este proceso y puede
tener varias formas, todas ellas caracterizadas por contracciones
descoordinadas o espasmo de la muscular.
El aumento del tono del esfínter esofágico inferior (EEI) se
puede deber a una alteración de la relajación del músculo liso,
con la consiguiente obstrucción funcional del esófago.
La acalasia se caracteriza por la tríada de
relajación incompleta del EEI, aumento del tono
del mismo y aperistaltismo esofágico.
La acalasia primaria se debe a un fallo de las
neuronas inhibidoras del esófago distal y es
idiopática por definición. También pueden
producirse cambios degenerativos de la
inervación neural, bien intrínsecos al esófago, o
por afectación del nervio vago extraesofágico
o del núcleo motor dorsal del vago
La acalasia secundaria puede aparecer en la
enfermedad de Chagas, en la que la infección por
Trypanosoma cruzi destruye el plexo mientérico, lo
que produce un fallo de la relajación del EEI con
dilatación esofágica.
Se puede encontrar una afección similar a la acalasia
en la neuropatía autonómica diabética; en trastornos
infiltrantes como los tumores malignos, la
amiloidosis o la sarcoidosis, y en las lesiones
localizadas en los núcleos motores dorsales que se
pueden producir por la polio o la ablación
quirúrgica.
ECTOPI
A
LACERACIONES
Las laceraciones esofágicas más frecuentes se denominan desgarros de Mallory-Weiss y
se suelen asociar a náuseas o vómitos intensos.
En condiciones normales, la relajación refleja de la musculatura gastroesofágica
antecede a la onda antiperistáltica de contracción asociada al vómito. Se cree que esta
relajación está ausente durante los vómitos prolongados, lo que determina que el
reflujo del contenido gástrico sobrepase la entrada al estómago y ocasione una
dilatación con desgarro de la pared esofágica.
Las laceraciones prácticamente lineales del síndrome de Mallory-Weiss son
longitudinales, miden entre pocos milímetros y varios centímetros, y suelen atravesar la
unión gastroesofágica.
Síndrome de Boerhaave, caracterizado por desgarros esofágicos transmurales y
mediastinitis, es menos frecuente, pero se trata de un episodio extremadamente
grave.
ESOFAGITIS POR AGENTES QUÍMICOS
E
INFECCIOSOS
La mucosa escamosa estratificada esofágica puede lesionarse por diversos factores irritantes.
Esofagitis por fármacos.
La esofagitis por lesiones químicas suele cursar solo con dolor autolimitado, sobre todo odinofagia.
Se puede producir una hemorragia, estenosis o perforación en los casos graves. Es posible que
aparezca una lesión esofágica yatrógena por la quimioterapia con citotóxicos, la radioterapia o en la
enfermedad del injerto contra el huésped.
Los cambios morfológicos son inespecíficos, con ulceraciones y acumulación de neutrófilos. La
radioterapia provoca engrosamiento vascular, lo que íiñade cierto componente de lesión isquémica al
proceso.
La esofagitis infecciosa puede afectar a personas sanas, pero es
frecuente en pacientes debilitados o inmunodeprimidos. En estos
más
casos, las infecciones esofágicas por virus del herpes simple,
citomegalovirus (CMV) u hongos son frecuentes. El patógeno
implicado con más frecuencia es Candida, aunque pueden producirse
también casos de mucormicosis y aspergilosis
Las infecciones por bacterias u hongos pueden ser primarias
o complicar una úlcera previa. Los gérmenes patógenos, que
ocasionan cerca del 10% de las esofagitis infecciosas,
pueden invadir la lámina propia y necrosar la mucosa
suprayacente.
En su forma más evolucionada, la candidiasis se caracteriza
por unas seudomembranas de grises a blanquecinas
adherentes constituidas por hifas del hongo densamente
agregadas y células inflamatorias que revisten la mucosa
esofágica.
El aspecto endoscópico suele aportar
datos sobre la identidad del agente
infeccioso en la esofagitis vírica. Los
virus del herpes provocan úlceras
excavadas y el estudio histopatológico
revela inclusiones víricas nucleares
con un ribete de células epiteliales en
degeneración en el margen de la
úlcera.
Por el contrario, las úlceras por CMV son
superficiales, y presentan inclusiones citoplásmicas y
nucleares características en las células del endotelio
capilar y estromales. Las tinciones
inmunohistoquímicas con antígenos víricas se
pueden emplear como herramienta diagnóstica
complementaria
ESOFAGITIS POR
REFLUJO
El epitelio esofágico es resistente a las abrasiones ocasionadas por los
alimentos, pero es sensible al ácido. Las glándulas submucosas del
esófago proximal y distal contribuyen a la protección de la mucosa
porque secretan mucina y bicarbonato.
- El tono constante del EEI, que impide el reflujo del contenido de ácido
gástrico, el cual está sometido a una presión positiva. El reflujo de este
contenido hacia la parte distal del esófago es la causa más frecuente de
esofagitis.
El proceso clínico que provoca se denomina enfermedad por reflujo
gastroesofágico (ERGE).
CARACTERÍSTICAS
CLÍNICAS
La ERGE es más frecuente en los adultos mayores de 40
años, también se describe en lactantes y niños. Los síntomas
más
son pirosis, disfagia y, con menos frecuencia marcada
regurgitación contenido gástrico con sabor amargo. En
pocas ocasiones, la ERGE crónica aparece jalonada por crisis
- de dolor torácico
El tratamiento conagudo, que de
inhibidores se la
pueden
bombaconfundir con reduce
de protones una
cardiopatía.
la acidez gástrica y suele conseguir aliviar los síntomas.
Entre las complicaciones de la esofagitis por reflujo se encuentran
ulceraciones esofágicas, hematemesis, melenas, estenosis y
esófago Barrett.
La hernia de hiato se caracteriza por
la separación de los pilares
diafragmáticos y la protrusión del
estómago hacia el tórax a través del
agujero que aparece. Las hernias de
hiato congénitas se reconocen en
lactantes y niños, pero muchas se
adquieren en fases posteriores de la
vida. La hernia de hiato es asintomática
en más del 90% de los casos de
adulto. Por este motivo, los síntomas,
que son similares a los de la ERGE, se
suelen asociar a causas que producen
insuficiencia del EEl
ESOFAGITIS
EOSINÓFILA
Entre los síntomas están la impactación de alimento, y la disfagia en los
adultos y la intolerancia alimentaria o síntomas similares a la ERGE en los
niños. La característica histológica más importante es la infiltración del
epitelio por un gran número de eosinófilos, sobre todo superficialmente y en
localizaciones alejadas de la unión gastroesofágica.
GASTRITIS AGUDA.
Es un proceso inflamatorio mucoso temporal que
puede ser asintomático u ocasionar grados variables
de dolor epigástrico, náuseas y vómitos. En los
casos más graves, pueden aparecer erosiones
mucosas, úlceras, hemorragias, hematemesis,
melenas o, con menos frecuencia, sangrados
masivos.
ÚLCERA PÉPTICA
AGUDA
Las lesiones pépticas agudas focales son una complicación bien conocida
del tratamiento con AINE y también se asocian a estrés fisiológico
intenso. Entre estas lesiones se encuentran:
• Úlceras de estrés, que suelen infectar a pacientes en estado crítico por
shock, septicemia o traumatismos graves.
•Úlceras de Curling, que se localizan en el duodeno proximal y se asocian a
traumatismos o quemaduras graves.
•Úlceras de Cushing, que aparecen en el estómago, duodeno o esófago de
pacientes con una enfermedad intracraneal; se asocian a una alta incidencia
de perforación.
CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS