• Octavio Paz habla de los libros prohibidos de la
época, menciona a la narrativa y algunas obras de ciencia como las de Copérinico. • Josefina Muriel, en cambio, cuenta que las obras narrativas de ficción se leían bastante en la Nueva España. • Darío Puccini cuenta que sí se leían las obras prohibidas porque la Inquisición no tenía tanto peso en la Nueva España DATOS SEGÚN PUCCINI
• 80% de la producción editorial local estaba constituida por obras
de índole confesional. • La mayoría de estas se componía de sermones. • De un total de 1394 obras impresas en la ciudad de México y en Puebla (donde vieron la luz sólo 166 obras) en el siglo XVI. El restante 20% estaba compuesto por libros de astrología, astronomía, etcétera. • Las cotas más altas de la producción editorial en la ciudad de México se alcanzan en 1683, con 30 obras; en 1684, con 28; y en 1695, con 33. LA UNIVERSIDAD
• A la universidad se llegaba justamente a través de los “colegios
seminarios” y de las escuelas regidas por las órdenes religiosas – parece incluso que el contingente de matriculación de elementos procedentes de éstos predominaba sobre el de los “seglares y clérigos”, provocando un desequilibrio en las oposiciones a cátedras- y la enseñanza era casi toda neoescolástica, en sustancia teológica, conforme a la ideología de la Contrarreforma católica. LA LITERATURA
• Prohibida tiempo atrás, exactamente en 1531, toda
“literatura de ficción” en las colonias españolas, éstas habían de contentarse con otra literatura (especialmente sermones); y combatida bastante limitada por la censura inquisitorial la actividad teatral, buscaba satisfacción a las ansias de “espectáculo” en corridas, peleas de gallos y extravagantes mascaradas, o en las procesiones y otros espectáculos religiosos mixtos. • No obstante, la vida cultural e intelectual mexicana disfrutó de una relativa libertad “de frontera”, como demuestran tanto los inventarios de algunas bibliotecas privadas, atestadas de todo tipo de libros “prohibidos”, entonces fundamentales e incluso en varias lenguas (en los que a menudo aparecen los nombres de Erasmo y Copérnico, de Kepler o Descartes). • El siglo XVII es el de la Reforma y la Contrarreforma, pero es también, con una perspectiva de conjunto, el siglo de la llamada revolución copernicana: paso de la astrología a la astronomía. • La ciencia era para sor Juana un campo de investigación anhelado, una aspiración profunda y sobre todo, una exigencia racional que habría de traducirse en experimentación efectiva. • América es vista como una “centralidad” descentrada para el estudio de la ciencia. • Literatura de tradición mágico-hermética, ¿es científica? • La Compañía de Jesús llega a México en 1572. • Ellos introdujeron en sus colegios autores latinos profanos como Ovidio, Horacio, Virgilio, vehículos de la mitología antigua. • Manifestaron tendencia al sincretismo político en favor de una sociedad mixta, pluriétnica, controlada por ellos y por los criollos, abrieron las puertas a los nuevos descubrimientos e innovaciones científicas. • La ciencia y la tecnología se implementaron en las técnicas de ingeniería minera, ingeniería hidráulica. • Libros como Historia de la ciencia en México documentan el cambio de pensamiento. • Carlos de Sigüenza y Góngora escribe Libra astronómica y filosófica, importante obra que detalla el pensamiento científico de su tiempo. • Pese a que no fue un partidario consciente de Copérnico, ni defensor del heliocentrismo, su investigación tuvo lazos con Galileo, Kepler, Descartes, Gassendi y otros más. LA CIENCIA EN LA “RESPUESTA A SOR FILOTEA” • Sor Juana hace referencias en numerosas ocasiones a su inquietud científica, cuando relata que tenía “ansia de saber” (tema de su poema El sueño). • Las palabras más frecuentes en la Respuesta son inclinación, entendimiento, sabiduría y experiencia: “¿Cómo entenderá el estilo de la Reina de las Ciencias quien aún no sabe de las ancilas?”. • “Si Aristóteles hubiera guisado, mucho más hubiera escrito”.