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DISCIPULADO
NIVEL
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Prosperidad
El tema de la prosperidad y más cuando se refiere
a la prosperidad económica es de gran
controversia, todo el mundo la busca pero
tristemente la gran mayoría de las veces es
enseñada desde el pulpito de una manera
errónea, dando a entender que Dios nos quiere
pobres.

De hecho vemos constantemente gente pidiendo


dinero y por otro lado no Están diciendo que Dios
no nos prospera económicamente sino
espiritualmente.
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Prosperidad

Desde el punto de vista Bíblico esto no tiene


sentido alguno, de hecho el tema del que Jesús
más enseñó, fue sobre finanzas. Una cosa
tenemos que tener complemente clara, Dios no es
un Dios pobre y sus hijos (nosotros) tampoco lo
debemos ser.
 
III Juan 2 (RV)
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en
todas las cosas, y que tengas salud, así como
prospera tu alma”
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Prosperidad

Sabemos que este pasaje se refiere a nosotros


los creyente por la primera palabra que
encontramos en el versículo “Amado”, nosotros
somos los amados de Dios Efesios 1:6, siendo el
“deseo” de Dios, también traducido como
“Oración” que prosperemos en todas las cosas,
esto incluye prosperidad material y económica.
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Prosperidad
También tenemos que prestar atención a la
última frase, “así como prospera tu alma”,
significando esto que nuestra alma tiene que
prosperar por medio de la Palabra (Romanos 12:1-
2 (RV) “Así que, hermanos, os ruego por las
misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a
Dios, que es vuestro culto racional. No os
conforméis a este siglo, sino transformaos por
medio de la renovación de vuestro
entendimientos, para que comprobéis cuál sea la
buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”).
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Prosperidad

Uno de los problemas con la prosperidad ha sido


la falta de entendimiento con respecto a su
propósito, y todo propósito que no entendamos lo
abusaremos.

Dios no tiene problema con que sus hijos(as)


disfruten a plenitud la vida, a Dios no le importa
la casa en la vivimos o la ropa que nos ponemos,
lo que Dios busca es que nosotros entendamos el
propósito del dinero.
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Prosperidad
Deuteronomio 8:18 (RV)
“Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te
da el poder para hacer las riquezas, a fin de
confirmar su pacto que juró a tus padres, como
en este día”

Vemos en este pasaje que el propósito de las


riquezas y la prosperidad económica está
claramente establecido “… a fin de confirmar su
pacto…”. La prosperidad se estableció para
expandir el Reino, para hacer a Jesús famoso,
para que el Evangelio sea predicado en todos los
rincones de la tierra.
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Prosperidad

Mateo 6:24 (RV)


“Ninguno puede servir a dos señores, porque o
aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al
uno y menospreciará al otro. No podéis servir a
Dios y a las riquezas”
 
Generalmente este versículo es visto desde el
punto de vista que dice que no podemos servir a
Dios y tener dinero (riquezas), pero esto no es lo
que dice el versículo.
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Prosperidad

El versículo realmente dice que podemos tener


los dos (Dios y riquezas), pero que solo podemos
servir a uno. Jesús no dijo que las riquezas eran
malas y por lo tanto no las podemos tener, Él solo
dijo que no lo podemos servir a Él y a las riquezas
al mismo tiempo.

Dando a entender que nosotros somos los que


tenemos las riquezas y no las riquezas a
nosotros.
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Prosperidad

Timoteo 6:10 (RV)


“porque raíz de todos los malos es el amor al
dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron
de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”
 
Este es otro pasaje que generalmente es
enseñado incorrectamente, no dice que el dinero
es la raíz de todos los males, absolutamente no,
lo que si dice es, la raíz de todo mal es el amor al
dinero, hay una gran diferencia.
 
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Prosperidad

Ahora, si pensamos sobre esto vemos que la


gente en si no tiene amor por el dinero. El dinero
es solo una pieza de metal o un papel de colores,
el amor de la gente sobre el dinero se basa en lo
que el dinero puede hacer por ellos.

Las personas están más interesadas en lo que el


dinero puede comprar, la influencia que
representa en la sociedad o la seguridad que
provee y por lo tanto no tienen un equilibrio en
ello, lo que repercute al llevarnos a un extremo
insano, deseando el dinero más que al Dios que
nos da el poder de obtenerlo.
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Prosperidad

Es por ello que el dinero, las riquezas, la


prosperidad económica no son el problema al que
nos enfrentamos, el problema radica en dos
puntos principales, el desconocimiento del
verdadero propósito del dinero y la falta de una
correcta enseñanza sobre él.
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Prosperidad
Ahora podemos ver más claramente las palabras
de Juan en III Juan 2 (RV) “Amado, yo deseo que
tú seas prosperado en todas las cosas, y que
tengas salud, así como prospera tu alma “y
enfocándonos en la última frase “así como”, en la
medida que prosperemos nuestra alma
(entendimiento), en esa misma medida
prosperaremos materialmente, enfocados en Dios
para que así, al ver la manifestación de la
bendición en nuestra vida, nuestra mirada siga
puesta en Él. Los dos puntos van mano a mano.
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Prosperidad

Romanos 12:1-2 (RV)


“Así que, hermanos, os ruego por las
misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a
Dios, que es vuestro culto racional. No os
conforméis a este siglo, sino transformaos por
medio de la renovación de vuestro entendimiento,
para que comprobéis cual se la buena voluntad de
Dios, agradable y perfecta”
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Prosperidad

La realidad de estos dos versículos tiene que ser


nuestro vivir continuo.

Renovando nuestro entendimiento por medio de


la Palabra, podemos ser transformados de dentro
hacia fuera y en esta transformación veremos la
manifestación material de la misma.
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Prosperidad

CUESTIONARIO

 
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Deuteronomio 8:18 (RV)


“Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque el da
el poder para hacer riquezas, a fin de confirmar
su pacto que juro a tus padres, como en este día”
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Prosperidad
Este pasaje nos revela dos principios de gran
importancia: primeramente tenemos que ver que es Dios
el que nos da el poder para hacer las riquezas, el dinero
no llueve del cielo, pero Dios SI nos da el poder para
hacer y producir ese dinero. “Poder” en el griego
(KOACH) significa que Dios nos da la habilidad, el poder,
las fuerzas; con el propósito de hacer, de trabajar y
poner las manos en la obra (Deuteronomio 28:12 (RV) “Te
abrirá Jehová tu buen tesoro, el cielo, para enviar la
lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra
de tus manos...”). El segundo principio que podemos ver
son las finanzas, las riquezas tienen su propósito y el
propósito es establecer el pacto, expandir el Reino,
llevar el Evangelio a todas la naciones.
NI VE L 1
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Prosperidad

Cuando tenemos estos dos principios claros, el


resto no va ser nada complicado, por el simple
hecho de que ya tenemos las prioridades en el
sitio correcto.

Cuando hablemos del Diezmo, ya no hay problema


porque entendemos el propósito del dinero y los
beneficios que provee. Cuando hablemos de la
siembra, ya no es algo que nos ponga
nerviosos(as), porque ya entendemos el propósito
de la finanzas.
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Prosperidad

Todo tiene su propósito, el problema está cuando


lo desconocemos y por lo tanto lo abusamos, y
lamentablemente esto es lo que ha pasado en la
Iglesia, el desconocimiento o la ignorancia de
estos principios han creado una muy mala imagen
y desconfianza, a tal punto que los mismos
creyentes no están poniendo en práctica los
principios por los cuales Dios nos bendice.
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Prosperidad

Veamos una ley establecida en la Palabra que


funciona tanto desde el punto de vista espiritual
como el natural. Esta ley funciona en nuestra vida
siempre, consciente o inconscientemente,
siempre está trabajando. Pero una vez que la
entendemos, la podemos hacer trabajar para
nuestro beneficio.
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Prosperidad

Lucas 6:38 (RV)


“Dad, y se os dará; medida buena, apretada,
remecida y rebosando darán en vuestro regazo;
porque con la misma medida con que medís, os
volverán a medir”
 
Este pasaje generalmente es usado en el área de
las finanzas, y cubre mucho más que eso, y de
hecho afecta cada área de nuestras vidas.
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Prosperidad

Ahora, manteniéndonos en el área de la


prosperidad, podemos ver que una de las leyes
que Dios estableció es la de “dar” y “recibir”
(siembra y cosecha). Génesis 8:22 “Mientras la
tierra permanezca, no cesaran la sementera y la
siega, el frio y el calor, el verano y el invierno, y el
día y la noche”.
 
Este principio (ley) lo vemos constantemente
desde el Antiguo Testamento y a través del
Nuevo Testamento.
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Prosperidad

Volviendo a Lucas 6:38, vemos que la primera


palabra es “dar” (siembra), nos causaría una gran
impresión el oír decir a una persona que trabaja
la tierra, que va a ir a recoger la cosecha pero
que por alguna razón no le dio tiempo de sembrar
primero.

Nosotros pensaríamos que le falta un tornillo en


la cabeza, ¿cómo va a recoger la cosecha si
primero no sembró? Exactamente igual de irónico
lo vemos cuando un creyente está creyendo por
finanzas pero no ha sembrado primero.
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La gran mayoría de creyentes piensan que su fe


va a funcionar por encima de la ley establecida
por Dios y por lo tanto creen que van a recibir
(cosechar) y después van a dar. Absolutamente
no, nuestra fe funciona en conjunto con las leyes
de Dios. Entonces vemos que el proceso es
sencillo; damos y nos dan (recogemos), es algo
recíproco.
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Prosperidad

Nos tenemos que hacer esta pregunta: ¿Por qué a


la gente le da tanto miedo dar? La respuesta no
es nada complicada, aunque la gente se tratara
de justificar de mil y una formas, la raíz es que no
creen la Palabra. No creen que la Palabra
funciona en sus vidas y por lo tanto lo que dice la
Palabra no es verdad.
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Prosperidad

Esto es fuerte de aceptar y es aquí donde entra la


justificación del por qué no lo hacemos y así
suavizar nuestra consciencia. De hecho vemos en
Marcos 4:26, Jesús hablando sobre la Palabra del
sembrador, dice que “… Así es el reino de Dios,
como cuando un hombre echa semilla en la
tierra…”; cómo podemos ver Jesús nos dice que
el Reino de Dios funciona bajo el mismo principio.
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Una vez más vemos en Lucas 6:38, que el primer


paso es “dar, sembrar” y el segundo es que
“recogemos, cosechamos”, entonces lo que
determina qué recogemos o cosechamos está
directamente relacionado con lo que sembramos.
Que implica esto, muy sencillo, si sembramos
poco, cosechamos poco, si sembramos mucho
cosechamos mucho. En directa proporción a
como sembremos, cosecharemos; sin complicar
más la Palabra II Corintios 9:6.
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CUESTIONARIO

 
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Prosperidad
2 Corintios 8 y 9, en estos dos capítulos
encontramos la mayor concentración
correspondiente al tema de finanzas en el Nuevo
Testamento, que el Apóstol Pablo nos enseña.
 
Prestando gran atención podemos ver que el
punto principal en lo que se refiere a las finanzas,
prosperidad, dar y recibir, sembrar y cosechar,
todo, absolutamente todo, está en la motivación
del corazón de cada uno de nosotros.
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¿Cuál es la motivación de nuestra acción de dar y


de sembrar? Contestando esta simple pregunta
nos podemos dar cuenta si estamos en línea con
la Palabra o lo estamos haciendo por una
intensión diferente.
Más de una lección sería necesaria para poder
cubrir las riquezas de estos dos capítulos.

Por ello quiero llevar la atención a unos cuantos


versículos.
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II Corintios 9:6-7 (RV)


“Pero esto os digo: El que siembra escasamente,
también segará escasamente; y el que siembra
generosamente, generosamente también segará.
Cada uno de como propuso en su corazón: no con
tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al
dador alegre”

V.10 Y el que da semilla al que siembra y pan al


que come, proveerá y multiplicará vuestra
sementera, y aumentará los frutos de vuestra
justicia”
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Prosperidad

Lo que contiene el v. 6 lo hablamos con detalle en


la lección anterior, pero es importante prestar
atención a la comparación que el Apóstol Pablo
hace entre la semilla y el dar.

El v.7, es donde nos tenemos que enfocar,


fijémonos que dice “cada uno de cómo se propuso
en su corazón”, es responsabilidad de cada uno
de nosotros dar de acuerdo a lo que nos
proponemos y no de acuerdo a la influencia de la
persona en el pulpito.
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Prosperidad

Gran cantidad de gente se ha dejado influenciar


por la palabra del predicador y de la persona
recogiendo la ofrenda, de tal manera que hacen
algo que está fuera de sus capacidades por la
emotividad del momento, la inspiración en las
palabras usadas, o aun por el miedo a
desobedecer al hombre de Dios, y así se meten en
problemas financieros.
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Uno tiene que sembrar y dar de acuerdo a lo que


tiene, y se propone en el corazón, “Ahora, pues,
llevad también a cabo el hacerlo, para que como
estuvisteis prontos a querer, así también lo estéis
en cumplir conforme a lo que tengáis” II Corintios
8:11.
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Es a este punto al cual todos debemos llegar,


entendiendo que la razón por la cual damos
(sembramos) es para que otros puedan oír lo que
ya nosotros hemos oído y entendido, para que el
Evangelio siga siendo oído y ahora uno pueda ser
de bendición como otros lo fueron para uno en su
momento.
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Prosperidad

El problema está cuando la Palabra es adulterada


y usada para motivar a la gente a dar más allá de
donde ellos están en capacidad en esos
momentos. El Apóstol Pablo, no lo pudo decir más
claro, “cada uno de cómo se propuso en su
corazón”, cualquier súplica para que demos,
cualquier otra motivación que compartan,
cualquier miedo a la maldición que prediquen, va
en contra de la Escrituras.
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Prosperidad

Ahora, es de gran importancia ver que Dios no


nos ve a todos de la misma manera en lo que se
refiere a las finanzas. El v.10 dice, que Dios le da
semilla al sembrador, por lo tanto si uno no tiene
semilla es porque Dios no ve en nosotros que
somos sembradores, así de simple.
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Una gran cantidad de creyentes siempre están


expectantes de ver que van a recibir hoy, su
corazón está en dame, dame, dame. Siempre
buscando qué recibir en lugar de buscar cómo
pueden dar y así bendecir a otros (Hechos 20:35
(RV) “En todo os he enseñado que, trabajando así,
se debe ayudar a los necesitados, y recordar las
palabras del Señor Jesús, que dijo: Más
bienaventurado es dar que recibir”).
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Prosperidad

El crecimiento espiritual en la persona es


evidente cuando ella empieza a cubrir las
necesidades de otros, en vez de estar con los
ojos fijos en las necesidades de ellos mismos.
Cuando la Palabra se forma en nosotros, el
corazón de Dios es reflejado y en ello vemos
nuestro corazón, al dar y bendecir.
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Prosperidad

Lo interesante de este proceso, es que Dios ve


nuestro corazón y ve un corazón de sembrar y la
Palabra nos asegura que siempre tendremos
semilla para siembra y pan para comer. ¿Qué
quiere decir esto? Que si nosotros nos
preocupamos de hacer el trabajo para el Reino,
Dios se encarga de nosotros.

Gloria!!! (Mateo 6:33 (RV) “Mas buscad


primeramente el reino de Dios y su justicia, y
todas estas cosas os serán añadidas”).
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Prosperidad

Como también podemos ver en este versículo,


Dios no solamente aumentará nuestra semilla
sembrada, no, Dios la multiplicará.

Así funciona el Reino de Dios, contrario a lo que


el mundo enseña, el mundo nos dice que si damos
estamos restando, quitando de lo que tenemos,
pero Dios nos dice que cuando damos y
sembramos estamos multiplicando. Yo creo que
Dios tiene la razón, ¿y usted?
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Prosperidad

CUESTIONARIO

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