Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Los ángeles son la liturgia del cielo. Ven el rostro del Padre, tienen un conocimiento de la divinidad. La liturgia de los
ángeles está en la alabanza de los misterios que no pueden percibir.
Amigos de los hombres, esta es su segunda misión después de la alabanza a Dios.
Culto. Puntualiza Orígenes que no es un culto de adoración sino de veneración.
San Atanasio y San Agustín dan por hecho que hay jerarquías de ángeles.
La fe en los ángeles esta abundantemente testificada por los padres. san Agustín:<<aunque no presenciamos apariciones
de los ángeles. Por la fe sabemos que existen, leemos que se ha aparecido a muchos. Lo defendemos como verdad y no
nos es licito dudar de ellos>> .
San Gregorio de Nisa. La fe en los ángeles está garantizada por la tradición patrística.
San Juan Crisóstomo. Los admite por los innumerables testimonios del Antiguo y del Nuevo Testamento. Los llama
pedagogos.
Pseudo Dionisio Areopagita. Reflexionó sobre las jerarquías angélicas.
Hay tres órdenes con tres coros en cada orden.
1. Serafines. Plenitud del amor. Atrae a toda creatura angélica inflamándola con su calor.
2. Querubines. Plenitud de la contemplación del esplendor de la SS Trinidad. Comunican la sabiduría a los ángeles inferiores.
3. Tronos. Plenitud de la inteligencia.
Estos viven en el umbral de Dios y revelan a los ángeles inferiores lo que ellos saben de Dios.
4. Denominaciones. Potencias de superación de toda atracción de lo despreciable.
5. Fuerzas o Virtudes. Potencias de estabilidad en el bien.
6. Potestades. Potencias de armonía y paz.
Estos reciben luz espiritual del grupo superior.
En el orden más bajo, por lo tanto más próximos a la humanidad.
7. Poderes o Principados. Protección de pueblos y ciudades.
8. Arcángeles. Encargados de las misiones terrenas más importantes.
9. Ángeles. Transmisores del misterio de Dios a los hombres.
San Juan Damasceno.
El diablo no era el ángel supremo. Voluntariamente escogió mal y le siguió una multitud de
ángeles. Ya no pueden arrepentirse. Estas destinados al fuego. La asunción de María llevo a los
predicadores de la iglesia oriental a poner a María por encima de los ángeles, con lo cual había
que corregir el principio de lo que los ángeles estaban más cerca de Dios que los hombres. Los
ángeles cantan la gloria de María. Pero esto no rebaja la gran estima que la iglesia ortodoxa
tiene de los ángeles
Los ángeles en el medioevo ss. VIII - XII
Juan Escoto Eriugena (810-887). De corte agustiniano. Con él nace la angelología medieval.
Ruperto de Deutz y Hugo de san Víctor subrayan la intrínseca estructura Cristológica de la
naturaleza angélica, sometida al verbo pues participa de su luz.
Los demonios se imponen la idea de que la caída de satanás se debió al orgullo desmesurado
por la ciencia y la belleza de que había sido dotado.
SÍNTESIS DE SANTO TOMÁS DE
AQUINO.
Algunos temas desarrollados por el doctor “angélico”.
1. carácter creatural de los ángeles y su jerarquía.
Función de custodiar a los hombre.
La caída de satanás, la condenación eterna de los demonios.
Carecen de materia extensa pero no de materia metafísica. En los ángeles y demonios está completamente ausente
toda forma de materia.
Demonios: el pecado de ellos consistió en negarse a someterse al querer superior de Dios por la soberbia decisión
de asumirse a sí mismo como única e incensurable regla de vida (seréis como Dios). Las penas de los demonios
comportan un oscurecimiento y disminución de la mente y el endurecimiento del corazón en relación con las
verdades sobrenaturales.
San Buenaventura “Doctor Seráfico”.
En los siglos V y VI, en la exegesis patrística, la figura del ángel es representada a veces con vestidos y carnes de color
rojo, para significar su naturaleza de fuego etéreo; así aparece en el arco de Santa María la Mayor en Roma (siglo V)
y en san Apolinar Nuevo en Ravena (siglo VI)
Desde finales del siglo IV se les asignan a los ángeles alas, nimbó y largos vestidos. En efecto, en los siglos III Y IV el
ángel es un joven por demás imberbe, y sin alas; sus signos son un palio sobre la túnica, o bien una dalmática, y un
rollo de pergamino sostenido en la mano, que alude a su oficio de mensajero.
A finales del siglo IV, en cambio, recibe las alas, por una generación de la figura de los querubines y serafines, pero
también por la influencia de las antiguas imágenes que representaban la victoria alada. Desde el siglo IV los ángeles
son pintados con el nimbo. San Miguel aparece con frecuencia en forma de guerrero armado
PROFUNDIZACIÓN DE LA
DOCTRINA SOBRE LOS
DEMONIOS.
San Justino, Atenágoras y Tertuliano.
Los demonios creaturas que han caído. No fueron creadas malas, sino que han devenido
malvadas a causa de sus culpas personales.
Categorías: diablo, ángeles caídos y demonios.
Destino y capacidad operáticas. Principal intento del diablo y de los demonios es alejar al
hombre de Dios. No pueden penetrar en la parte interior del hombre. Aunque causen sueños
malvados y perturben las almas, no conocen los misterios del corazón, sus ataques siguen
siendo superficiales. La libertad del hombre queda intacta, incluso en caso de una posesión.
Poseen una inteligencia superior a la humana. Pueden adivinar pensamientos y anticipar la
información de eventos todavía no perceptibles. Engañan a los hombres con presuntos poderes
divinos.
Tertuliano y las “pompa diaboli”.
Orígenes y luego san Gregorio de Nisa, hablan de un derecho de Satanás sobre los hombres,
introducido por la aparición del pecado y sucesivamente anulado por el ofrecimiento de la
sangre y de la vida de Jesús como rescate.
San Ireneo, Orígenes, san Ambrosio, san Agustín y otros atribuyen la victoria de Jesús sobre
satanás a un juego de astucia de Dios que atrae al diablo con el cebo de la humanidad de Jesús,
para aprisionarlo con el anzuelo de su divinidad; o como la consecuencia de un abuso de poder
de parte del diablo.
5 PUNTOS COMUNES EN LA
TEOLOGÍA DE LOS PADRES.
1. Existencia de los ángeles y demonios, como creatura de Dios. Esto se da por
supuesto sin discusión alguna.
2. El origen de los demonios se debe un pecado personal. Se barajan diversas
hipótesis acerca de la naturaleza de este pecado. Inspiradas en la literatura
apocalíptica.
3. Los demonios vagan ahora por el aire. Han sido vencidos por cristo y en el
bautismo el hombre participa de esta victoria. No tiene más poder que el que
Dios les concede.
4. La condenación de los demonios al fuego eterno es definitiva: eterna.
5. Su naturaleza es como la delos ángeles. Si se les compara con los hombres son
incorpóreos, pero no si se les compara con Dios, que es espíritu puro.
EN EL CAMPO CATÓLICO MODERNO
"Una vez, estaba en un oratorio y se me apareció hacia el lado izquierdo el demonio de muy abominable
figura, en especial le miré la boca, porque me habló y la tenía espantable. Parecía que le salía una gran
llama del cuerpo. Yo tuve gran temor y me santigüé como pude y desapareció, pero tornó luego. Por dos
veces me acaeció esto. Yo no sabía qué hacer; tenía allí agua bendita y la eché hacia aquella parte y
nunca más tornó. Otra vez, estuvo cinco horas atormentándome con tan terribles dolores y desasosiego
interior y exterior que no me parece se podía ya sufrir... Vi junto a mí un negrillo abominable, regañando
como desesperado... Eran grandes los golpes que me daba sin poderme resistir en cuerpo, cabeza y
brazos. No me atrevía a pedir agua bendita para que (las monjas) no tuvieran miedo y no supieran lo
que era... Pero como no cesaba el tormento dije: si no se riesen, les pediría agua bendita. Me la trajeron
y me la echaron a mí y no aprovechaba; la eché hacia donde él estaba y al punto, se fue y se me quitó el
mal... Una noche pensé que me ahogaban y, en cuanto echaron agua bendita, vi ir mucha multitud de
demonios como quien se va despeñando... Una vez, estando rezando se me puso (el diablo) sobre el
libro para que no acabase la oración. Yo me santigüé y se fue. Tornando a comenzar, volvió. Creo que
fueron tres veces que comencé y hasta que no eché agua bendita no pude acabar" (Vida 31).
San Benito Abad.
San Pablo de la Cruz.
(1694-1775) el diablo se le presentaba en
forma de gigante horrible o de gato negro o de
ave negra de aspecto terrorífico y deforme y no
le dejaba dormir. Le quitaba las mantas, lo
tiraba al suelo, subía a su cama, lo golpeaba...
Le infundía en su corazón melancolía y tristeza
y hasta deseos de tirarse por la ventana... Y él,
para defenderse, rezaba, tomaba el crucifijo en
sus manos, echaba agua bendita y se ponía al
cuello el rosario. Siempre tenía agua bendita en
su habitación.
San Antonio Abad.
San Juan María Vianney
Al CURA DE ARS tampoco le dejaba dormir
muchas noches. Imitaba los gruñidos de los
osos, de perros o de otros animales... le hacía
oír golpes continuos de martillo, lo tiraba al
suelo y le hacía otras cosas que le hacían
sufrir. Muchas veces, lo insultaba y le gritaba
"comepatatas" (porque las patatas eran su
principal dieta diaria). Igualmente, con agua
bendita y el crucifijo, se defendía de su
enemigo, aunque a veces la lucha duraba
horas. Cuando se refería al diablo lo llamaba
"el garras" (le grappin).
San Benito Cotolengo
el demonio muchas veces le
escondía los zapatos, la ropa y,
después, los encontraba en los
lugares más difíciles y extraños.
Una vez, se le presentó vestido
como un gran señor, tratando de
convencerlo de que no construyera
su Obra, y entraba y salía de su
casa sin dejar rastro.
San Juan Bosco
A SAN JUAN BOSCO también le hizo sufrir
mucho. Lo despertaba por la noche,
gritándole fuerte al oído, le tiraba sus papeles
en los que escribía "Lecturas católicas", le
quitaba las mantas de la cama y, en una
ocasión, hasta le prendió fuego. A veces,
sentía un peso enorme sobre sí que le
impedía respirar y se le presentaba como un
horrible monstruo. Él lo rechazaba con la
señal de la cruz, el agua bendita y haciendo
penitencia frecuentemente
Santa Gema Galgani
San Pío de Pietrelcina.
Beata Ana Catalina Emmerick.
Dice sobre el infierno que es "un país de infinitos
tormentos, un mundo horrible y tenebroso".
Muchas veces, cuando ella iba al cementerio a
orar por las almas, sentía quiénes estaban
condenadas.
Dice: "Veía salir como un vaho negro que me
estremecía de algunos sepulcros. En estos casos,
la idea viva de la santísima justicia de Dios era
para mí como un ángel que me libraba de lo que
había de espantoso en tales sepulcros".