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L a So ber a n i a

L A N A T UR A- G E N E R I C A D E L A SO B E R AN I A

co n d en ar e l p ń n c i p io d e l a s o b e r a n fa p o r p a r te d e a q u e l lo s q u e
a

v ie r te n l a i n ti m a co n e x ió n e x i s te n te e n tr e e ste p r in c i p io l a d ebi l

y
da d d e u n si s te m a d e sc e n tr a l iza d o d e d e r ec h o i nt er nac i onal e s u n h ech o
m u ch o m á s f r e c u e n te q u e o s e s fu e rzo s se r i o s p o r c o m p r en d e r su n a
tu r a l e z a y la fu n c i ó n q u e d e se m p e ñ a e n e l mo d e r n o s i s te m a e s ta ta l .

En co n se c u e n c i a , y pe se a lo s e sfu erzo s b r i l la n tes d e u n o s p o c o s y


n o ta b l es e stu d io so s , e x iste m u c h a co n fu sió n ace r ca d e l sig n i fica d o m i s·

m o d el té r m i n o . s o br e o q u e e s y n o e s co m p a ti b le co n la so b e r a n ia

dc u n a n a c ió n .

El c o n c e p to m o d er n o d e so b e r a n i a fu e fo r m u lad o p o r p r i m e r a ve z

a fi n a le s d e l sig lo x v i , c o n r e fe r e n c ia a n u ev o fe n ó m e n o d e l e sta d o

te r r i t o ń a l Se ju a l h ec h o p o l fti c o f un d

. r e fe r fa e n té r m i n o s r ĺd ic o s

m en ta l d e e sa é p o c a e l su r g i m ie n to d e u n p o d e r ce n tr a l izad o q u e e je F .

d e te r m i r a d o t er
je c u
r

c ta su au to r i d ad l e g i sl a ti v a e ti v a d e n t r o d e u n
y
n e c e sa r i a m e n th i n v e sti a
to r i o , E ste p o d e r , qu e p r im e r a
-
au n q u e n o

r io r a \a s o tr a s fu e rza s q u e ex i s ti an
a u n m o n a r c a ab so l u to , e r a s u
pe
c e n tu r ia se co n v ir tió e n
en aq u e l te r ń to r i o . E n el tr a n sc u r so d e u n a

ir r ec u sa b le d e n tr o o fu e r a d e e se te r r i to r i o . E n o tra s p a la b r a s , e r a

su p r e m o .

H a G u e r r a d e o s T r e in ta A iio s la s o b e r a n fa co m o
acia f i n e s d e ,

su p r e m o so b r e u n c ie r to te r r i to ń o e r a y a u n h ech o p o l i tico ,
p o d e r
i e s te r r i to r i a le s so b r e la a u to r i d a d
sig n ifi ca n d o l a v i c to r i a d e l o s p r i n c p

d a r ó r d e n e s
de n a d ie sin o e l p o d
e r r eal p o d ĺa y
F r an c ia ad v i r tió q u e
fran cé s se r e
p

in d iv id u a l d e l c i u d a d a n o
e je c u ta r l a s . E sta ex p e r ie n cia
r q u e
t fa e n r e y d e I n g la te i a o d e r e y d e E s p a ñ a , po
la e x p e r ie n c i a d e l
d e n tr o d e te r r i to r io f r a n cé s
la a u to r i d a d s u p r e m a d e l r e y d e F r an c ia
iso
m e n o s q u e o b tu v i e ra n p e r m
le s a u to r i d a d a
im p ed ia e je r c e r su p r
o p i a
r Po r
del o se lo d e r r o ta r a m e d ia n te \a g u e r a .

p r o p io m o n a r c a f r a n c é s
362 Limitaciottes del poder tracim1al

otra parte , si los reyes de Inglaterra y de España no tenían autoridad


en Franela, sf tcnfan un poder exclusivo en sus propios territorios.
Estos hechos políticos , corrientes en la experiencia de los hombres
aquel e ntonces, no podían ser explicados a través de la h;o ría me·
dteval del Estado. La doctrina de la soberanía convirtió a estos hechos
en u.na t.coda jurídica y logró de este modo la aprobación moral y la
_legal necesaria. Ahora el monarca era supremo dentro de
su tcrntono no solo como un hecho político sino también como un
hecho jurídico. Era la única fuente de todo el derecho positivo, pero
es ta ba por enci_m a de ese derecho. Era superior a la ley, /egibus solutus.
Sus poderes. s m e mbargo, no e ran ilimitados: él quedaba ligado por
la ley tal como se revelaba en su propia conciencia y tal como
se mamfesla?a en la razón humana por medio de la ley natural.
La d()('"t nna de la soberanía ha conservado su importancia a través
de todo el período moderno de la his toria, y el concepto de soberanía
popular ha proporcionado al Es ta do nacional dcu10crático una poderosa
arma polit_ica. Sin embargo, también ha experimentado reinterpreta-
ctones, revtstoncs y ataques, especialmente en el campo del derecho in-
ternacional. La fuente de estas dudas y dificultades radica en la lógica
Y aparente incompatibilidad de dos suposiciones que constituyen la
esencia del derecho internacional moderno: la presunción de que el
derecho internacional impone limites legales a las naciones individua-
les, y la creencia de que esas mismas naciones son soberanas, esto es,
que poseen la suprema autoridad legislativa y ejecutiva, y que por lo
tanto no están sujetas a restricciones legales. Pero en realidad la so-
beranía es incompatible tan sólo con un sistema centralizado, y por
ello fuerte y efectivo, de derecho internacioual. Pero de ninguna ma-
nera es incompatible con un sistema descentralizado, y por consiguiente
débil e ineficaz, del orden legal internacional. Por que la soberauía na-
cional es la fuente misma de esa descentralización, debilidad e ineficacia.
El derecho internacional es un orden jurídico descentralizado en
un doble sentido. En primer lugar, sus normas ligan, en principio, a
aquellas naciones que las han aceptado. Eu segundo lugar, muchas de
esas normas que son obligatorias en virtud del consentimiento de los
Estado, son vagas y ambiguas y además están tan calificadas por con-
dic iones y reservas, que permiten a las naciones individuales un muy
alto grado de libertad de acción cuando se les reclama cumplir con
una norma del derecho internacional. Mientras que el último tipo de
descentralización impone su impronta sobre las funciones judicial y
ejecutiva del derecho internac ional, el primer tipo es de suprema im-
portancia en e l campo de la legislación.
Tan solo un relativamente pequeño número de normas internado·
nales no deben su existencia al consentimiento de los miembros de la
comunidad internacional. Ellas son la precondición lógica de la exis-
tencia d e to do sistema legal, tales como las normas de interpretación
y las que proveen sanciones, o bien el basamento lógico de la existe n-
cia de un sistema multiestatal, como por ejemplo las normas que deli-
mitan la jurisdicción de Jos Estados individuales. Estas reglas de la
humanidad so n obligatorias para todos los Estados, independientemente
La soberanía 363

de su consentimiento, y pueden ser llamadas de derecho internacional


común o necesario, el jus necessariutn del moderno sis tema estatal. Su
fuerza obligatoria no afecta a la soberanía de las naciones individuales.
En verdad, ellas hacen posible a la soberanía como un concepto legal
posible. Sin el respeto mutuo por el respeto territorial de la nación
individual, y sin la ejecución jurfdica de ese respeto, el derecho interna-
cional y el sistema estatal basado en ellos, obviamente no podría existir .
Haciendo a un lado estas pocas -conJUnes y necesarias- normas
del derecho internacional, vcrernos que cada nación individual es la
más alta autoridad legislati va en lo que se refiere a las reglas obliga-
torias del derecho internacional. No hay normas de derecho mtc rna-
cional que sean obligatorias aparte de las que ha creado para sí a tra-
vés de su consentimiento. No hay autoridad legislativa superior a ella,
porque no hay un Estado o grupo de Estados que· puedan legislar para
él. La descentralización de la función legislativa en el derecho inter-
nacional no es, por lo tanto, sino el principio de la soberanía tal como
se aplica al problema de la legislación.
Esto, que se aplica exac..tamente a la función legislativa, con la
única limitación antes mencionada. también encuentra su aplicación
en las funciones judicial y ejecutiva. La nación individual permanece
como autoridad suprema que decidirá cuándo y bajo qué condictones
someterá una disputa a una judicatura internacional , y ninguna otra
nación podrá llevarla ante un tribunal internacional sin su consenti-
miento. El consentimiento puede ser dado en términos generales, pero
por lo general hay reservas que hacen generalmente posible evadir esa
jurisdicción del tribunal internacional en casos concretos, s in por ello
violar e l derecho internacional. Aquí nuevamente la descentralización
de la adjudicación internacional aparece como otra fonna de la sobe-
ranía nacional respecto de la función judicial.
Al discutir el problema de la soberanía en el campo de la ejecu-
ción de la ley, debemos distinguir dos situaciones. La soberanía de la
nac.ión como órgano ejecutivo es igual a la soberanía en el campo de lo ju-
d icial; es to es, la decisión d e cuándo y cómo iniciar una acción ejecutiva
reside en última instancia en la nación individual. Por otra parte, la
soberanía de la nación como e l objetivo propuesto de una acción eje-
cutiva, se manifiesta en lo que se ha llamado la "impenetrabilidad"
de la nación. Esto es otra forma de decir que, en un territorio d ado,
sólo una nación puede tener la soberanía -la autoridad suprema- y
que ningún otro Estado tiene el derecho de ejec utar actos gubernamen·
tales sobre territorio s in su consentimiento. Por consiguiente, todas
las acciones ejecut ivas previstas por el derecho internac ional, con ex-
ce pción de la guerra, se limitan a ejercer presión sobre el gobierno re-
calcitrante - tales como las protestas diplomáticas, la intervención, las
represalias, los b loqueos-, las cuales dejan intac ta la soberanía tcrri·
torial de la nación que viola e l derecho. La guerra como medida extrc·
ma de ejecución del derecho internacional e s la única excepc ión a esta
norma, porque pertenece a la verdadera esencia de la guerra e l pe-
ne trar en territorio enemigo a la vez que se salvaguarda la "impene tra-
bilidad" del propio, y el derecho internacional permite a la nación
l64 del potlcr uu"unal

invattura ejercer derechos de &f.1bcraufa en el te r ntor•u V(.U pac.Ju por·


rrulítarcs .
A.sf t.omo l;, L(Jrnplcla de-..cc:nr n albadón d e funt.ru nc:¡ leghtlal•·
Vá:l, judiCial Y CJC<..U IIVól IKJU C"fJI CSifJUC't eJe ):;. la111hié n lu SfHl
Ulff.J!l trc " p r rn<..ÍpÍUI dcJ c.Jc r c t..fHJ IIII C I JHH lf.JU:d qUe l.CHPtl ituyc·n Ctlll l·
del Cfm CCplu de y qw; ndul\u puc d cu (...u nl\ ulcrursc
IU f...VnKc u c u <..l.a. E.s lu& princ tpio.s stm la h•dc pc rulc uc ht, la iguul·
y l;• unanirníd,.d.

WS SJNONJMOS DE LA SOUF:RANJA: JNUI':Pt:NUF.NCJA ,


HWAI-DAU, VNANIMIDAU
La 111dcpc ndcnc ta ese part icul:.ar :t\pc.Cto de la autoridad s u·
prcma de la naci6 n que cun1is tc en la c "clu-.ióu de Ju autoridad de:
Lualqujcr o tra nat.ró n . J,..a afirmación de q u e la nad6n es ha auturidad
1iuprc ma ·s tu e , , nobcra rra dcn lr·u de un dc tcrmi nndo tcrrltorll
nnplít.a J6 g k arnen tc que c li mdc JX:rH..Iic nle y que no unu a utor id ad
rx,r c nd 1na de e lla . Con"e cu c ntc m c nl c. cadn nac tó n es libre d e m:tnCJirAf
&WJ a 1; un1u•¡ in lc tnus y a r.u vuluntr_ad , y cuando no esté
limitada pur un trai•Hlo u pur lu que ""1 ·riorrn(•lltc he mos d c uu mluadu
d c r e d1u Jnlcrnal iona l C(Jrnún (.1 ncl.cnar lo. La n:u ltm tie ne el derecho d e
tla n.c la u ..u.l ilución <JU<· le plazca . Jll vomol¡pr la' leyes que quie ro lude·
p ·ncJ1 ·nr c rncnlc tic tous pr(Jp iua dut.ladam,-., y cl(_'g ir c ualquier s is te ma
a dmuH fl ll a tívu . en libe rtad d e te ne r l.l_talquit·r clase d e Ins tituciones
lllíiÍt:il c\ que OCtC'HH "i:t •¡ pane lu1 JllfJJ1f', •u loS ( flo MI JlOifiÍLa
,¡,Jr, h.1 (..Ua l. a 1iU vez . libre de dc tcrmin:Jr C(JnlU le pt.tn.7..Ca c onveuicn l •.
A1lf (..()filO ka indc pcndc n tra CG, c 11 au ,cnda d e lntt:.uh•s que e' la
hl ' ZA..é:I H Ju (. tJHII OJríu , una c..ualu.lrad nccc.·•.ari:.. de tudr•s In" rwdoncs,
LtJJJJbi ·n e l t.lc bc r (.)e re ) p ·lar CNíJ índc pc iHJ c nt ia cta una no r m a uc·t e
del d c rc d1u ÍH ic r rrOJc.lunal. A IJi l'II'J ' que aht•J•}:u la lll(.'dianll;
tr;.. radv'• c r.U• u tH ifló.l (jUC pr•Jh lbc la iutcr v• ·ndtm t ''"IJ'Ht· ndc a todas
na.t.JfJriC'L En J Yi 1 l a Liga de Jw¡ Nauow "1 111tc r vino c·11 e u1111 n de
u 11 lrilftu.l•J e ul rc Alc mau iu y que •·•.lablcda 1111 r1 uni(HI rt dunrw r a
f'llf r c i.l lll bus E ,..r;_ , ínt c 1 vc n d6n z,6lu pod fu jw. riliu u 'w pw dc • ta-t t"'"
p uJauuru; "J <.Id rrala t.hl, xcgúrr l;w c.. ualt·'l A11•, 1J ia t.c l1ahfa ohliv.:-u lo H 1111
t(Jnwr lllcc.Uda qu • pudíc ut e o iiiJUOIIlt' l c r t>o u iud r·pl·radc w 1a .
En de e·.pcd lo a q . por la' 'JIIC lro Jlfllfll(l
Au \ tnu JwfJftr Jjuut;•do h U líhc rli.u_J fl c at ( 16 11. lnth l,•ttc Cli tHdo "n l1hcrtad
d.!: (.h llduir 4.U¡tlqUI CI (. (Jfl lu"i E·.I ,Jdo•¡ lJIIC qu h l t ' HI , r•:ll.l h.J'1

<Ji>JCIÍ VIJ'I de fiii C ' Ifr ¡.. d fSf...U'.ÍÚfl l"l lfllf)UI l :111lt' r C\.fJIIfltl' l llfJ la laJia,
·u ·1 d ., ·t.. hu iut c uwd •Jru. d , <.J • al uunn ... ,,, ,. la fHIIf t lc·o •·x
,,,r
tt: r de tlilt.Í'JIICt•. rd ii'J f;•ruhré rl la lu,,d iJ va u d ln·t un
p UC'il a ()'Jr r l d ·rct..l•u iurc r fi:J f. llma l t 1J III,·, , , de "" Julf·rlt·r 11 c 11 lu
UJOdU t,4 Jt'Ífl ()t• J;;a •¡ 1 t ' Jti\. IUOC'I CX I C I ÍfJI 1" 1 d ' lfJdJ'I Ja-1 1111 a"¡ Jl.lllfllll''o
l...a íg rra J<f¿_,tJ llt1 C'• rnth qw · ru1 ·. iu6 11Í11 If1 d e 1.• ,,oi H 1.111fa , il fHIIIf liiJdo
..t t JII ptJt i H, II lí! t iJ'IJWt (•J d t: (') J¡t, !'-.j I(Jda'. J:,o¡ II.H 11111!''¡ l i•' I WII ollll f Jitd Hi J

' •U J'H f' ffla tJ ' II( I {J (f ' l,lJI, 1 ' IJJIIHIIJ'I, H Í fiH! IfHI flllt ' d t> '¡fiJIJI'I t ' l ' ll' ll ••ll .t l ' ll
J J' t< lt l'' d '" t''I:J il" ' ' '"d;..<J, N 111K U" ·' I HI( ¡( ,u l l l ' IU' d d c· rl'dln , 1' 11 . 111' ,1 ' 11
U:t rlr- ''''''V.·•' umc"' •• ml nu q u e r.c :s c ll•, , d · Hllllc a r a
lll lf'l lt'Y''" •ll·lw y CJI'f rif a r , 111 , ru u(..ht, fll "ll'J', , pn.rnu l
y CJt' • ll hu lr•·· •·u lc rnl tJrav il JC IIU . &.'.thc r ana1\, la•¡ ua lfJne\
"'' fHH.:d •·u ::a uu pt1dc r l•·•·.•s la 11 V'' ,, que t, rcra
dn •·c l:ulll' llh' "''lu c M I lc •r llurr• t. P.l dc rcdlf, •nt c r-u a t.l'lfl«tl e 'l un
e '"' t'llll c Clll ltlr••lt-•. ' "''HrJiuft d o • ,..,, 8uhur dlflad a' J..;¡ o¡,
-.uluu'diii.U. h t'l a l fl c n ·c hft 1111 ••ma l, pcrfJ ur, la una a la , , t,-a ; e n
.,, , ,_.,.. JMI,thr .&-a, e lla -¡ M H I lv,ua lc'i . <.:uarHJ,, el r•rr (c uJ,, 2 d e lrt <..arta d e
Nru iuuco.¡ IJrwln s d cc l:ant c1uc " l:t Or gan i7..a i6n C\tá h ;t \ada c:n e l prln-
tl plo de 1" •w •:.•lda d , ohc raua de todo-. sw'
•nlurul:.111l t' c nfnlrMt l;_a irn¡uutund a que a tnhuye al p rl nci p ío de la
h ' Henfa y d e -ou 16gr u curola rlo: ·1 p r in ipio de iguald;:td.
Dd Jl• m dp1o de 'e deri va una norma lundamc nlal del
dc rc dto int c nuu... •o nal . Ir• que c::s de la dcA.Centralizaci6 n de
la fun i6n leJti•dat lva y , e n derla m edida , de lá:l funció n eje utiva: la
ntn lila d e la unanlnlicla d . S ignifica que, con referencia a la l'unció·n
t ud;., las nad un ., '\un iguale$, independientemente de su
laruunu. ión y puder. e n c ualqu ier co nfe re ncia internacional
"' ' cada fHJr el de rec hu de la w munidad inlc r nacional e l voto de
nruná c uenta lanru cumn e l voto de Estados Unidos: y los vo tos de
ambos son necesarios para que las nuevas reglas del derecho inte rna·
cluoo;al rlj¡on para ambos. Si luc n• de o tra manera. una nación grande y
pucJcrosa pud1 fa usrn· s u p reponderancia para imponer
lega les sobre una na Ión pcquc t\¡a y débil s in el consentim iento d e e lla.
La nación de mayor IKJCier potlrla llegar a ejercer la autoridad s uprema
denlru del lcrrltorlo el · la nación pequel\a, d estruyendo la >oberanla
<le c>la ú lt ima. Baju todas 1:" circuns tanci as, la r egla ele 1" unanimodad
ulur¡¡a a cad¡o na íón partí ípan te de las del ibera iones <!1 derecho de
clccldío· l"'r s i mís rna se dese" o no verse obligada por la d ecis ió n de la
conferenci a . Corno quiera que el consentimiento ele todas las naciones
purl lcipan lcs es requerido pan• dar validez legal a tales d ecisiones
cada nadón l icm· el d e r echo d e vetar esa d ecisión : d e mane ra to taÍ
vu tundu e n cunlrn . u n :hu,a ndo su conscnt in1ie nto.
Luego . d ve lo lle ne, e n con la e'tric ta regla de la una-
n imidad . nu l:-1 onsccu c ncia de libe rar :a nac..:ión que di s ie nt e
cual4t11C1' ubiiiJa•·ión lcfJal t¡ue p rovenga de tl lch a decis ión, sino taon·
h oéoo la d e de lcner poo· o noplclo los proceso' legblativo y ejecuti vo.
ANI COIIl<> la 1echo d e la uroaooi noídad es una ""'e u c ncia lógica de la
uh ·nu tfa , 11u pu cd · d cdr:-..c lo n1b n m del v ·to. La rq .rla de la una·
nhnldad J cd ru a : !\in mi ·utrnucnt o vuestra d ecis ión n() m e obli-
El v•· ln el ic e : !\in u ti < nu d cC I\tÓn
1-.oo o ll a •¡ p.1lahms , el ve lo cooo l ruool a a las nac iuooe' parl lcop ., e n las
con la a ltea nativn de tuo, trar e t.k o.teuc• d o c on una
<kd•ll'>oo I'O lc ' I Íva a la que ludo• ha n atlh ·ridu, u b ien d e no contar
u m clct l:un • a esta lunción dual a la VL7. ru
tiva y crc.·.,tava . •·1 vclu t' ' ru:\"\ que una tn ·ra •ó n d e la
\uhc t au,a. Vulvc-n·rnus sohrc es le punto.!
366 Lmutacio,tes dd pod er IUIC tUHuf

f.•H (l Ut: LA SORERANIA NO ES

Dc>pué, de haber apre ndido lo que es la sob"ranía veamos ahora Jo


que la so beranía no a unqu e frcc ue ntc rncn tc :!'.C que cs.
J. La sobcrama no co usis1c en la l1be rtad Oc res tr icciones legales.
La de .ob ligaciones legales por las c uaJe, la nación !omita su
d e acc1un no afecta. como ta l, a s u subl.'ran ia . El conocido
argu!1_1c n1 o. e l cua l un dct c rmmado tra tado impo ndría a una
nac 10 11 obhgacJoncs Lan onerosas que dcs tr uinan sobera nía es cicr-
tanrcn te , carente de se nt ido. o es la can tidad de res tricciones
lo _q ue . n fecta s u ca lidad. Una nación p uede aceptar
ClhdqUicr canti dad de y aun pcnnanl·ccr sobera na, e nt cn-
dr c ndo q ue restricc io nes lega les no a fec te n su co ndición de su·
p rc111a a utoridad legislativa y ejecu ti va. Pero una sola cs tipulacióu legal
que a fec te a C:!'.a au tor idad es en sí m isma suficien te para destrui r 1:1
soberanía de la nación.
2 sobcra.nía no cons iste en librarse d e las es tipulaciones del
sobre todos esos asuntos que normalmente 4ucd a11
la de las naciones en lo individual o , que tal como Jo
senalan e l anículo 15, párrafo 8 de l Pacto de la Liga de las Nacio nes'
Y e l artícu lo 2, párrafo 7 de la Carta de las Naciones U11idas, quedan
baJo la JUn sdocctó n tnl erna de las naciones en Jo individual. La relación
entre Jos asuntos que reglamentan el derec ho internacional y aquéJJas
que. no le conciernen es flu ida. Depe nde de la política que s igue cada
nac tó n e n lo ind ividual y del desarrollo d el d rec ho internacional. Por
lo tanto , es erróneo afirmar, por ejemplo. que la regla mentación iuc cr-
nacioual d e las poJílicas de las naciones en Jo individual
seria incornpa rible con su soberanía. sería cierto sola mente para
las regla mentaciones internacionales que las n.lc iones no hubieran cou-
previa m e nte. La firma de tratados inte rnacionales rela tivos J.
as untos inmigratorios no afec ta ría la sobc ra uía de las naciones con·
trat&:. ntcs .
3. La soberanía no s ignifica u na igualdad de derechos y o bliga-
cinne> bajo el derecho internacional. Grandes desigualdades a este res·
pec io pued e n ir mano a m a no con la >obcranla. Los trat ados de paz
frec ucn rcmcntc imponen fuertes Jimil aciones a los vencidos referentes
a l monto y calidad d e s u organización militar, arm amen tos, forlifica·
ciones, reparacio nes. polltica económica, y la d irección de los asuntos
ex terio res e n general. No por ello la uación d errotada se ve privada d:
soberanía . Alemauia, Aus tria, Hungría y Bulgaria pcrmauccacrou como
Es tados soberanos pese a las d esigua les ob ligacionc• jurídicas que les
ompus ieron Jos tra tados de paz d e 1919. Lo mi>mo puede decirse de
Jos tra tados de paz con otras unciones, ta les como Checos lovaQuia, Po·
Jon ia y Rumania , pur las ubligacioncs cont raídas conccrmen·

1 S u t-exto se en el cUl.JI Iulo 18, apartado " SecurJdad colectiva ", nol:l 6.
La soberanía 367

tes a l tratam iento dado a determi nadas mi norías racia les o religiosas
de su ciudadanía. Ru mania, junto con Bulgaria, Mo ntcnegro y Se rbia,
quedó sometida a obligacio nes int e rnaciona les por el mis mo
tratado que e n 1878 la reconoció como u na nación soberana. Es tre·
cue nt e que algunas naciones, obligadas a cumpli r con obligaciones le·
galcs de las que otras naciones se ven eximidas , hava n invocado los
p rinci pios de la soberan ía y la igua ldad a fin de s us demandas
pa r a derogar esas cargas jurídicas. Pe ro el problema en tales casos
siempre ha s ido la revisión de Jos tra tados. 110 la soberanía.
4. L1 soberanía no s ign ifica la iudependcncia real e n as unt os po·
líti cos. milit;u·cs, eco nómicos o tecnológicos. La actual interdepen de ncia
de naciones e n estas mate rias y la dependencia actual -política,
mi litar y económ ica- q ue ciertas nacio nes tienen de o tras. hace difíci l
no imposible que a lgunas de ellas s igan una política independiente
tan to interna como exte r io r . si bie n ello no afecta norma lmente su
autoridad suprema legislati va y ejec ut iva dentro de su terr itorio, esto
cs. lo que constituye su so bc ranía.1 Incluso puede hacérseles imposible,
de bido a las condiciones reinantes, el pro mulgar y ejec utar esa clase
de leyes con las que qui s ieran poder con tar y que naciones más pode-
rosas s i pueden promulga r y ejecu tar. Pero su a ut oridad, dentro de los
lími1cs de sus obligac1011es bajo el derecho intcrn'lcio nal , para pro-
mu lga r y ejecutar las leyes que les pbzca no por ell o queda abrogada.
La ::tcsiguaiJad real de las nac iones y su III L11ua dept!'ndcncia no tiCOl.'ll
ningu na relevancia en el s tatus legal llamado soberanía. Panamá es una
nación tan soberana como Es tados Un idos, pero la elección que e l pri-
mc•·o tiene para sus polit icas y sus leyes es mucho mas limitada que
1> del segundo.

C0:'\10 SE PfERnE LA SOBERANIA

¿ Bajo qué condiciones. entonces, p ierde una nación su soberan ía ? ¿Cuá·


les son las normas Ocl <.lcrecho iulcruac ional y la clase d e institucionc:s
in ternacionales por ellas c reaOas. que son realmente incompatibles con
la sobera n ía? ¿ Dó nde se ha lla la línea Uivisoria e ntre las desigualdaOes
legales y efec tivas que dejan intac ta la soberanía, y aquéllas q ue dete-
rioran la autoridad nac ional y des truyen su mdepcudencia?
E u términos teóricos, la respuesta a es tas preguntas no presenta
dificultades. !,.;• sobera n ía es la autoridad legal suprema de la nación,
4 ue pued e promulgar y ejecutar la ley dent ro de un cier to territorio
y c¡ uc, por Jo tan to, de be c0111a r con la independencia de la autoridad de
c ua lquier otra uación, y con la igualdad den tro del de recho internacio·
nal. Oc ello se deduce que la nac ión pierde s u soberanía c uando es co-
locacla bajo la a utoridad de o tra nación, pues sería ésla la que cjcr-

J Para la s ituación extrema en la q ue se pierde la soberania, véase e n este


m rsmo caprt ulo el apartado " Voto rnayoritarto en las or1anizaclones interna·
cronales".
·

368 h m ta c · n e s d ¢ p o d e r n o L r o n a l

e s d e n t r o
t a r l a s l e
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s u p r e m a
e c y
t e r ia a a u to r id a d . I a d e
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c o n c c d e a
ley n a c ió n s u so b e r a n i a b
e s L a A p e r d e r á
m i a s a t tu
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de r e c h o d c v e l a r c u a l q u ie r e g i s l i *c i ó n p mn u 1 吕 p p
L c d e
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e a su v e z e s tá s u j e to a t c o n t r o l d e g o b
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r o p io s a g e n te s l le v a a
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te r r i t o r i o a a r i e n c , q
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t i v a s s o Il c u m p p o r
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r a n d e s d i f i c u I t a d e s e n t o r
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le m a s c o n c r e t o s E n
e s to s n i v e l e s a b s t r a c to s a s i t u a c io n e s r e a l e s y p r o b

a lt i e n d c a \ p r o b l e i n a d e l a r d i d a
i d a d e s q u e H
e l o r ig en d c e s ta s p e r p l e j

l i d a d o l i t i c a

te m p o r á n e a l e g a l o b e r a n i a l a r e a
t r c l c o n c e t o d e s p
. c ï e y
p

e l c o n c e p to o to r g a e x p r e s ió n l e g a l
a I a q u e se s u p o n e q u e

H o y e n d ia . T a n t o c o n o c u a n d o e l c o n c e
p
t o a
p
a r e c i ó e n e l s i
g
l o x v i

la so b e r a n i a i r d i c a u ï h e c h o p o l i t i c o
E s te h e c h o e s l a e x i s te n c i a tİ e

g r u p o d e p e r so n a s i e n e s u n
u n a p c r s o a o q , d e t r o d c l o s l i m i t e s d e

te r r i to r i o d a d o , s o n m á s
p
o d e r o s a s t
ł
u c c u a l
q
u i e r o t r a
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e r s o t l a o
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de p e r so n a s ,
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y
o
p
o d e r
.
I ï ł s t i t u c i o n a l i T a d o c o m o s i d e b i e r a
p
e r d u r a r ,

se m a n i f ie s ta c o m o la a u to r i d a d s u p r e m a e r m a te r i a s l e g i s l a t i v a y e j e

c u łiv a d e n t r o d e SU te r r i to r i o D e e s te m o d o l o s i n o n a r c a s a b s o l u to s

de l s i g lo x v l y s ig u ie ï te s c o n s i u i a n Ia a u t o r i d a tl s u p r e m a e s t o e s r

·
e r a n s o b e ra n o s d e n t r o d t s u s t e r r i t o r i o s
,
n ( Ĵ c o i n o u n a e s
p
e c u l a c i ó n

te ó r i c a o i te r p r e ta c i ö n j u r i d i
c a .
s i n o c o m o t l r h e c h o
p
o l i t i L u E r a n

m á s Ħ x lc r o s o s q u e e l P a
p
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y c l E tn
p e r a d o r ,
p
o r u n a
p
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,
y q
L c l o \

ba ro n e s f e u d a l e s p o r la o t r a , y p
o r e l l a e r a r c a
p
a c e s d c d i c t a r
y
u Ľ

Dc m o d o s im i la r . E l
gobi er no fe d e r a l c s h o y d ia s o b e r a n o c n c l

c io n a l q u e p u Ľ tl a d e s a f i a r s u x l e r l e s o
Ħ , n i h a
y
a u t o r i d a d e s s e c c i o n a

so b e r a n i a ,
n o m e n o s u e I a d e l m o n a r c a f r a r c ė s e n e l s i l o x v 】
,
c 5 e
q 吕

r es u lła t l o d e l a d i s r i b u c i o n a c t u a l d c l s t a d o E s
p o d e r d e n t r o d c ] E ,

p u e s .
P
r i m a r i a m c n t e
,
e l r e s u l t a d o d c a v i c t o r i a d c l a U n i ó n s o b r e ï a

Co n f e d e r a c i {) n e n l a g u e m c i v i l . S i a a u t o r i d a d s u r e m a d e l o b i e r n o

p g
# so b e r a n ta 1 60

fe d e r a l d e n t r o d e te r r i to r io d e l0 \ E s ta d o s U n id o s h u b ie s e d c s e r c

a d a o r o r a n i z a c i o n ie s
c c n p g o l i t i c a l o e c m n ó m i c a s l o b a s t a n t e ĺ u c r t c s
p

n o a r a l e i s l a r o r s i m i
c o g p s m a s c i m o n e r s i l s l e e s s i n ł n c o n t r u ł
p p y

e f i c a z p
o r p a r t e d e l
g
o b i e r n o f c tl e r a , p
o d r i a s u r
g
i r u t a s i t u a c i ó n s ll m i l a r

l c c n ĺ r e n t ó c l e rn
a l a q p c r a d o r d e l S a c r o I m p e r io
R o m a n o c u a n d o a

t o r i t l a d s p r c m a
p
o r a d e ć ï . E s t a d o s u n i d o s
p
o d r i a d i v i d i r s e e n t o n c e s

e ï \ u l l n ú m e r o u c u n id a d e s f u n c io n a l e s o te r r i t o r i a l e s e s e r i a n ac t u
q u

e n t e s o b e r a n a s a u n u e e o b i e r n o f e d e r a l r e t u v i e r a o r a l ú n t i e m o ,
m g p
q g p

o d e r
o ï o e e m e r a d o r l o s a t r i b u t o s e a c s c l r e s t i i o d e u n
c ,
p s y p g p
y

s o b e r a n o .

l a e x o s i c i ó n a n t e r i o r
C ł a t m c o n c u s i o m s u e d e n c x t r a e r s e t l e
p p

l L a u b i c a c i ó n d ( a s o b e r a n i a d e p e n d e d e u n d o b l e e s a m e n a )

l e a l m e n t e
ė a s t o s e l d e u n E s t a d o e s c o n t r o l a d o
c n ï g
i q w g o b i e r n o

n b ie r n o ? b u ė o b i c r o n d e s e ïn p c ñ a r e a l m e n te f u n c io n e s
r o t r o )
p o g y ĉ q g

l i c o ï a n u
o
c i n « l c l a s o b e r a n i a e s m a t e r i a d c
2 L a u b i c a ó J i o p

c t )m o o e s d e i n t e r r e a t c i ó r l e a l .
p g
e n t e s s p
e r t e m o r a l ï n
i n d e l a s o b e r a n i a u e d e s u
3 L a u b i c a c ó p
p

d e u n te r r i to r i o p e r
d id a s i ]a a c t u a l d i s t r i b u c ió n d e o d e r d e n t r o
p

n e c o i n d e c i s a

i d i r s m u l
n o u e t l e r e s
i m o ( e r r i t o r i o
o b e r a n i a s o b r e e l m s p
4 L a s

a
p a l a b r s
a r l a

c n «l o s a u ïo r i d e s d i s t i n ta s ; e n o t r a s , h s o b c r

t á n c a lt n c n t c

e s
c o n c l u s i o n e s t o
u n c i e r n ú
A l a u z d e e s t a s c u a t r o . E l a n á l i s i s t l e

v a lo r a r
m e r o d e s i t ï a c i o n e s h i s tó r i c a s n o s o f r e c e r á u n a p r u e b a p a r a

n e s i n t e r n a c
l s o b l i a c i o
ó n s o b r e c u á e
m c ï ï t a \ c ï e s t i s
v i s t a d c l a f u n d a

s o b e r a n i a
n
la
l o s o
c o n
n o
c o m p a t i b le s
c u á l e s
n a c s s o n , y

I n t l i a e n 1 9 4 ? ,
e e n d e n c i a d e a
i ó n d e l a i n d
A n t e s t l e a d c c k r a c p
!

G r a l l B r c ta i ia e s ta b a n r e g u la d a s
l a s r e l a c io n e s e n t r e lo 5 E s ta d o s i n d io s y
d e e n d e n c i a
n t i z a b a n ł a i n
) u c a r a p
l m i s m o t i e n t q g
u r t r a t a d o s A p
p
d e r e c h o
r e t a i i a c l
a G r a n B
s d a b a n
s t r a t a d o
E s t a d o s l o
t e r n a d e c s t o s ,

u s a s u n t o s
a r s
a g r e s ió n a d m i n i s t r
c l l c o n t r a d c l a , d e
d e p r o l c g c r u »

t ¢ ľ l o r c h V d e s u e r v i s a r S U a đ m i n i s t r a c i « in i n te r n a A u ï q u e m u c h u \ d c
, p
d e s u s
l e t o d e n t r o
a l m e n t e c o m
o t t r o l v i r t u p
n i a n u n c
e s t o s o b i c ľ n o s c
g
c o n t r o l d e l o b i e r m »
t e r r i t o r i o s , e l l o s e s t a b a n ,
d e h e c h o
,
b a
jo c l to ta l g
e s
i b u n a l
o \ o s t r
n o s T a n t
n s o b e r a
n o e r a
u i e n t e
o r c o n s i ,
b r i t á t i c o . g
y p

e c i d i d o .
h a b i a n d
a s i l o
l a I n d i a
l o s d c
b r i t á n i c o s c o m o
a E n m i e n d a
l l a m a d
c o n l a
i t u a c i ó n
e s t a s
t r a s t a r
ł i v u c o n
2 E s i n s t r u c
t a d o s
r e \ o b E s
1 9 0 1 e n t
b a n a c n
H a

P l a lt t o d c L a
t r a t a d
i n c o r a d a a l
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n e r e n d
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a e s u l
Ë ' 92 1 L a s o b e r an i
-
. ) l m ï t a d o
que no pudieran cubrirse por 1nedio de sus ordinarios. Deberla
proveer de lo necesario para la sanidad de sus ciudades a tin de
venir la recurreacla de epidemias o enfem1edades infecciosas. Y deberí'"
YCDder n alquilar a lns Estados Unidos las 1ierras necnarias para la
Instalación de bases navales o estaciones arbonera5 en ciertos puntos
a fijar en acuenlo con el presidente de los Estallos Unidos. Estas di•
posiciones limitaron en muy alto sr841o la libertad de acción del go.
biemo aquel pats tauro en asunw. inteniOS como atemos, y hasta lo
obllpron a ceder su soberanía sobre ciertas partes del territorio cu-
bAno. Pero mientras ellas no sustituyeron al &Qbierno cubano por el
norteamericano como la suprema autoridad legislativa y ejecutiva en
el resto del territorio cubAno, estas .Jisposicioncs no afectaron la sobe·
rania de Cuba eotno tal.
La situación uo es tan sencilla con respecto al artículo 3 del Tra-
tado de La Habana, el cual dice que " . .. el gobierno de Cuba consiente
que los Estados Unido5 puedan ejercer d derecho de intervenir para
preservar la in.Jcpendeuda de Cuba, el m11111enunicnl<> uc '"' ¡;ubkrnu
adecuado para la protección de la •i<.la, tle la propiedad y de la lih.-rt;.u.l
lndivídll&l ...". Esta dbposición dio al gobicruo de Estadus lln•dus d
derecho de posesionarse del gobierno de Cuba y destruir a s l h1
ranía cubana, dentro de coudiciones tan generales que dejaban una
latitud sin l.lmiles para el accionar de Estados Unidos eu este aspecto.
Si el pierno de este país hubiera querido aprovechar al máximo este
derecho y establecer su control pennaucntemcute sobre el gobierno de
Cuba. l!sta no hubiera tenido ruás soberanía que la de los Estados indios
bajo la dominación britáuica. Si Estados Unidos. por otra parte, nunca
hubiera utilizado el derecho estipulado en el articulo 3 del 'fratado de
la Hat.na, la soberanilo de Cuba hubiese permanecido intacta; porque 't
el pierna cubAno. en su accionar lc:¡islalivo y ej<.'Cutivo, 1
habría quedado libre de control exterior. Habria per·
manecido como la auturi<.lad suprema dentro del territorio Ullcional,
independientemente de h1 posibilidad legal de un control extranjero.
En la realidad, sin embarco. EalAdeti Unido5 utilizó el .Jcrecho
obtenido bajo el articulo 3 del 'fratado de La Habana y sometió al tc:rri·
torio cubano a ocupación militar desde 191.16 a 1909. Durnute ese periodo
la autoridad suprema deutn> c.lel territOTio cubano fue ejerci<.la por las
fucrus armadas de Estados llnidos. El de Cuba, pur lo tanto
ya no era soberano. En cuanto a si recobró su sobenmía inmediata-
mente después de la eYacuacíóo de las tropas norteamericanas en 1'109,
es una presunta cuya respuesta ucpende de la evaluacié>n de las íntcn-
ciotacs politices futuras de Est841os Unidos con respecto a Cuba. Podrla
ser totalmente afirmativa solo si el gobierno de Estados Unida& hubiera
·d ejado bien en claro en 1909 que en lo futuro se abstendría hacer .
uso drl artkulo 3 del 'tratado de la Habana. En ausencia de semejante
aclaración respecto a sus futuras intenciones. la respuesta a nuestra pre·
BUnta, en 1909, podria g1rar en torno a conjeturas sobre cuál sería la
Politice de Estados Unidos. ¿Iría Estado» Unidos a seauir una polllica
de pese a su derecho contractual de intervenir en los asun·
tos cubanos? Entonces la soberanta habría retornado al gol.oierno de
C ba Por otra parte, ¿contaba Estados Unidos con recurrir al articulo 3
Tratado de la Habana _a fin de decidir en última instancia y a su
1. vor todas las 1m portantes surgidas y Cuba? En-
la nccs la autoridad suprema dentro del territorio de Cuba habria pasado
0
Estados Unidos. La cuestión se resolvíó de nl3ncra definitiva sólo con
' 1 Tratado del 31 de mayo de 193-', que abrogó el articulo 3 del Tra-
de La Habana y restableció inequívocamente la soberanía del go-
bierno de Cuba. . _.
El ejercicio de la soberanía es, entonces, un polít•co, dehmdo
circunscripto dentro de términos legales. Su precisíón puede depender
camhios graduales en el ejercicio del polltico .de un gobier_no
11
otro. Puede perc ibinc a de la valorac1on de la s1tuacíón polftaca
ás bien que a través de la interpretación de textos jnrfdicosJ
"' 3 liemos indicado antes que la cantidad de obligaciones legales COD
las una nació n se ata en sus relaciones con o.t ras naciones no puede,
como tal, afectar su soberanfa. Esta requ1cre de c1erta
elaboración a la luz de la explicación antenor. Sa b1eu es caerto que una
nación no puede perder su soberanla por limitaciones a su ck
cción a través de la conclusión de un gran número de tratados_mter·
si habrá perdido su soberanía si su ya
110 comprende esas fundarnent.'lleS funciones y e1ccUII\U
las cuales uing ún gobierno puede, bajo las cond1caones contemporánas.
mantener su autoridad dentro del territorio nacional. otras palabras,
no es la cantidad de los compromisos juridicos sino su mfluenclól sobre
la culidad Jel control pc•litico del gubierno lo 14ue determma el pro-
blcan;> de l;> soberanía. . . · de
Un dicaz control internacional de la enei!!lól atónuca. en VIS1_a
't su actual iwporta ncia militar y de la futura importancia Y
1 social tornari.i podero!kl a la agencia que e jercitara el control
tkutr;, del rcn·itorio de su operatividad. Como un tipo de hecho pohnco,
.
d1cha . e ¡cree
ageuc1a . . la auton·d a d suprc•
na . na dentro. del terntono . Loen
-•s que mternanona 1-
·
Cllt:>tiúll' l'l control •
sería >llpranaclona 1 u.. . 1
ool s
uadonales, por 111ás grande que fuese SIJ en os
t..,. rcrrcnus, cxcc:plo el de la eul'Tgla . atonuca,
- . habnan ,..rd1do
r·-
su so-
bcrauia. . tacíón entre
Ous e jemplo> histó ricos aclararán o:stc probkma, 1a . Es tados
los nuemhn>' n.•rmancull'S del Consejo do: Segundad Y, 105 0
· . · "ó 11 d Jas na<:IODCS 111
•n1emhrus dc Naciones Umdas. Y la pDSICI . e . 'dad • los or¡:a·
11
rcs¡:><:clo de las desviaciones dd pnnc1p1o de unanlml .... <d
nbmos mlcruac ionalcs qu" no sean el Conscju de Segun " ·

..

' Valor d el criteriO d esarrollado . , 10 bien puede EciptO


Mr probedo _con
Y f¡llptnU
• 1 •n&IU.U. tle pa1ses tales t-omo los de la Colm
•n d iStlnl·JS pcriOOO. de ou hl•torla.
m b im i - S d e ł p o d e

o r g a n 加 n 储 \n 妞 n 诌 c f o n a l e s
目 冒o 切 m * y o r tt a r ło e n 蛔

d e l a r

Se
r f n 3

m m
r á a

d i c h o c o n t m
- t e l a

h a t l a v i s a
l c n i ¢ n M p g

b m s
t i e m
U n id
- s n
» -

ti c N * c i «» m
o
d e
t r a s ł
C a r t·
i e n
n 2 7 d e h
e m
u q

h a n o o n s c r v a tl o s \ s o b e r a n i a ,
r m a n c ït e s tl e l C o n s e j o d e S e g r i d a d
pc d c l
l a 1 r d i tl o E \ e x tn
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m a r q u e a C a rl a d c N a c io n e s U n id a s h a e l i m i n a d o ,
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c ïi n łi n a , l a m r a n i a m ť i u n a d c u ť i o
a I o s E s i a t l o s m i c n \ b r o s t u c n
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D c l m i s m o m o d o , f r e c u e n t e m e n t e s e f o r m u l a e l
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la r e p r e s e n [a c i d n d e s i u a l l a d e c i s ió n ïn a y o r i ta r ia m k )« o r s *
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n is m o s i n te l n a c i o a l e s s o n i n c o m p a i b le s c o n a s o b e r a n i a d e la s

c i o il c s a r t íc i p e s F t e e s te a r
g
u n c n to e l q \ e d e r m tó to d a s a s p r u p t
p

c l t a b c c i m i e n to d e U n a v e r d a d e r a c o r te in tc r n a c i o m l
las P [ a m . p r c s

c n la s d o s c o n íe r e n c i a s d e L a l l a y a S e u s ¢} n ła r c a d a m e n te a t a
ta d a s p

a r t c E s t a cl o s U n i d o s s e u n i e r a a l a L i g a d e a s N a c io n e s y a la
ev i q
a tłu i b ić n ti n a al i

Co r te P c r n ï a ï c n \e tl c J u s t i c ia I n te r n a c i o n a l P e r o ta m

a d a r e c i s io n e s o l l t ic a s
n e r a l i z a d a r e q u ie r e s e r a c o p o r
.

n a c iu t t p n g e p p

u e ïa d e s ig u a l
G r a c ia s a e s ta s p
r e c i s i o n e s p o d e m o s v e r q r e p s e r t a c i ó n

la m a y o r i a u e d e n o n o sc r c o m a ï i t» e s c o o ïa s o b c r a n
\ l a n o r m a d Ľ p p

đ es v ia c i ó n d e la r e s ta a u n a n i m id a d
La r e s p u e s t a d e
p
e n d e d c s i e s ta

o r itl a d s u p r e m a d c l n a c io n a l a l
e d e u ï 1o t r a n s fe r i r l a a u g o b i e r n o
pu
f) r n i s m t ·

g a
n t e r n a c i o n a l .
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m o s
J u s t i c i a h e

Apa
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I n t e r n a c i o n a l d e d u d e c o
r t\ Ĺl c [a C o r t e , ,

x i s t e u n
i b l c r c a l i z a c i d n , e
d i n t o s
v i s to i o d c i n a n i m i d a d c s e p
c l r i n c i
. p p

d c s c n p e ñ a n l
n ú rr «r o d e a g e n c ia s i n te r n a c i o n a l e s q u e
c o s i d c r a b l c
a a r t a n d c t
t i v a s u e s e
le g is la t iv a s
c c c u p
c io n e s d m i n i s t a t i v a s , y q
, a y j

L a s c o m u n i d e s
d e u n a n i m i d a d
t i n t rp iu tl c ¡ u a l r e p r e s e n ta c ió n y
p g
ta m b ié n c n r a n
ïa r c p r c sc n ta c ió n d e s i g u a l y , g
c u r o w a s h a n e r m i t i d o
p n c
c i o n e s i
a s o r n i z a
M u c h a
) f e r e n t e s g
» s d i
rn c d i d a I o s v o l o s m a
y
o r i t a r i t

b a se
.

s o b r e a
d c vo to d e su s m ie m b r o s
n a c io n a le s tl e t c r m i n a n c o d e r
p
co n v e n c io n e ï
S o b re l a b a s e d e e s ta
f i n a i rc i c r a s
de s u s c u n t r i b u c io n e s
v t »t o s
a G r a n B r e t a ñ a 22 . a

d e A r ic u l t u r a d io
n s ti u to r n e r n a c io n a l g
s
r a c i o n a k
d o s i n t e n
L n s a c u e r
t c
lü 1 9 e
s E s t a d o s u n i đ o s 2 1 , a F r a n c i a ,

B a m o I n t c r l n a ci o n a
I nt cr naci onal y e l
qL
' o n e t a r i o
L c r e a r o n c l F o n d o M

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tr a m o s d i s p o s ic i o n e s c n dc
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c r r a c i o n a \ d e l D a ï u b i o ,
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s a l i ö n I n t
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C i v i l I n t e r n
v i a c i ó n
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arti ul o 18 d e c a r ta d e
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374 Lcmuacw•rc.s del poder •Tac roual

pcnódicamente por la Aumblca General. Esta preponderanc ia se ve


considerablemente incrementada por e l d erecho de los m iembros pcr·
mauenl es_ llc: vetar las decisiones fue ra .d e procedimiento dd ConseJO
d e Segundad. tal como lo establece el pan·afo 3 de l articulo 27.
. . La e \:aluación de las que estas excepciones del p rin-
ctp&o d e tgual rcprescnlac1ó n h c.ncn sobre la sobe ran h.1 de las naciones
inoplicadas debe, asimi smo. guiarse por e l cri terio de dó nde, a canse·
cuc nria de cstas excepciones. se halla la suprema autondad lega:,lat i\'a
y ejecutiva dentro del territorio de estas nac to nes. Lo que es dcciswo
en cslc aspt.'C tO, también. no es la diverSidad v cantidad de asuntos y
orgamzactones do nde una nac 1ón pueda hallarse en mmoria de votos,
sino la calidad dc esos asuntos. Aqui, nueva me nte. la prueba debe ser
cuali tath'a y no cuantitativa. El hecho de que una nación se encuentre
bajo la obligación legal de cumplir con una decisión mayoritar ia tom ad a
en una organizac ió n internacional con reSJ>t;!C tu a tari fas pos tales en
correo internacional. no afecta su calídad com o la suprema a utoridad
dentro su territorio nacional. La nación ha consen tido
en renunciar 3 su libertad de acción en aqudlas cues tiones e n que, en
virtud de su esa libertad de acción rxis tiria en a usencia
de ta l consen timiento. Pero no ha ren unciado a su soberanía .
La nación hubiera renunciado a s u soberanía si hubiese consenlido
rn somc: tcrst: a un \'oto mayoritario en un o r ganis m o in tca-nacionat que
act uara en le mas tales corno re formas a la cons litució n , 1::t. decla ración
de guerra y la cnnclus io n de la paz, taon añu, compos ició n y act ividadcs
de fue rus cotnpos ic ión del gobi...:r no y polit ica fin 3nc icra.
Luego. y en virtud de ese acuer do internacional que establece el do-
minio de l;o mayoría. el poder político tlcc i>il'o >c h abría l ra>ladado
de l gobierno nac ional a l o rganismo internacional. No seria ya d go·
bicrno nac ional si no el organis mo internacional el que dete ntaría el
poder y, pur lo tanto, quien ejercería la autoridad suprema
legislativ;o y e jecutiva dentro d e l territorio nacional.
O.,be ser obvio, segun lo que ya hemos tlicl1o. que en n ingún caso
t'O la esc.:na intern aciona l desv iaciones a la regla de la uuam·
midad que afcctcn a la sobc:rania del Est.1do ondiv idual. La judi<·a tura
inte rnac ional se ve rodeada pur claborallas .all•aguardas •1ue impiden
que aquellas c uestiones de importancia pul11 ica sean deddidas l"'r el
voto mayo ritario de un tribunal E l vo1u mayorlta n o l-" 0
los organismos inlernacionales es capaz de d ispo ner
cu n1atcrias puramcnh: técnicas, no tienen :,ag·
nificación en la dis tribución del poder entre los gobierno> nacoonaks
o entre los gob iernos nacionale s y los organi>mos El
voto mayoritario en la Asamblea General di! Naciones Umda> u cne e l
carácter de una r<'COm<"ndación y. por lo tanto. no es o bhgatono para
los miembros. La decisión estrictamente mayoritaria, aco rdada en el
artículo 27. parágrafo 2 de la Carta , se rcfkre sólo a a>untos de procc·
d imientn que no a lcctan la autoridad suprema de los Estallo>
bros dentro de sus territor ios. la capacidad potl!ncial pa ra s uperponerse
a las sobc:ranias nacionales que tiene d Conse jo de Seguridad. . q ue

l
l
l..tJ sob<ranoa 375

.• te implícita en e l artoc 11lo 27. parágralo 3. cs. como hconos


está kga 1mcnll . d. realización en el present e o en un fu turo prcvi.,ble.
visto. ant po!) t > e e

¡ES DIVISIBLE LA SOBEUANIA?

ues tra exposición nos ha cond ucido al últ imo y q u11.ás el on.1s ompnr·
N te d e los fa lsos conceptos que han oscu rec1Jn el proble ma la
tan . . en ,.¡ mundo m o dcrnn: la c r een ia de q ne la sobcrJOna
sobcrama · d d rcnder el
· · ' bl• Aclarar esta confusión nos puc e ayu ar a comp
la y e l del d erecho en gene ral. llcntro
política in te rnacional conte m poránea . 01mos tkc.or.'. una y o tra
uc tlrbc 111 ns "abanLlo nar parte ele uucstra a o.:sam:
iutcrnacional e n bie n d e la paz que clch<:lllOS.
artir" nues tra soberanía con tates orgautzac toHcs; que ellas tcn?nan
p .. bcranía limitada" mient ras el pa ís couservar ia la
una so · be ¡ " 1 Estadns · senil·
ella . 0 viceversa; que exis te la "cu ast so •ra11 a Y. os •· •
soberanos". Intentare m os demostrar qnc la conccpcoon •le una sobcrau 1a
divisible es c o ntraria a la lógica y po lotica nocntc irrealozabk. l'<'ro .'. ¡".e
es un s ignifk a tivo sfnto rua J c la discrepanc.·ia entre las rcla auues n:alcs
y las p retendidas qlh.' existen cut re d d erecho internaCIOnal Y la pohtlca
internacion a l en el moJI.."rno s istt:ma c:,tala l.
0
Si la sobcra.nia significa autoridad suprema, es claro q ue
más - persunas. grupos de personas. organi sm os- uo pue en
se r snbt.· r a nn s llc ntro d e un mbn1o tiem po y esp3cio. El q ue e s
. od . los demás. no puede tener
es por lo'w ica neccsillad s n l'<'nor a t os · d
un superior " ni un igual a su la d o . s·t e 1 prc·sidc nte de Est . .allos. Uno 3os b
es d comandan t ..• en jefe d L' las tuerzas armadas. es d·
)Urdo que cua lqu ier otra persona, di gamos el r:
' d d sobre las fuerzas a• mauas.
\lcrcnsa. COOlparte L'S3 supn:1na au to n 3 l · .
L · · . · · t 'dad suprema ,·ntrc dos un oo
a constatuctó n puede Utv tdl r esta au o n la doctrina medieval
na rios siguiendo líneas llifcrcntcs, tal como e n ·l . .1 l'rc·
la au tor idad !:tUprcma se di\ i'-lia entre el y e e: rnam·
sit.kntc p odria, cntonC('S. t<.·n c r la a utorida U so a o .o d
.. . . 1 1 f ·rz.as a r madas y el sccrctano e
y el m antt...·an mtc:nto l e uc . . . fuera la real t.lis lribu·
l>efcnsa sobre la s opc racionL:s militares. SI '-= sta nte
• . nadie nodria !!tCr comanc1a
C IÓII de la autoridad } de las [unCIOne S, . 1 f ·rza•
• • • •ta
1t: a utonllall snbt c as 11<
en )d..: nadie tc mlna odría lógico., mcutc existir ,
armadas. E l rango de comantlanlc en ¡de no P tnridad linal,
t.t' . . 1 s lu ·rz.as armac..1as con a u
) Ca porque d Pn:sidcnt..: InJa a J.ic lo haga. Estas alH·rua·
113
u tu h aga a lguna o tra o porque d mo vcn:mos \O O
ti\'ao,; son lugic;un n tc L'UIICebibh.· , a unqlh.' to colO con cu a lq u ií!T
· p el prcsoden tc ¡uoo
t'"' tt1 a 1ucn t1: lac tibks. e ro t¡uc J . auton<lad t111al es
tHro func ionario cnnmn dcn hu•. ar.: n a irn: alltabh.·.
al rnhu ao tietU(lO lúgi,·a n tc nt c Y po .. . l'd por
1 . r01lCioncs po lttlcas cump 1 as
La d e las actua es o nJ rá en claro qué sobcran ia
la autoridad den u·o del Estado P . . to oidad , u prcma
no PliL'th: d i\ ulad..l. La ob\..'I.HII3 s• gnl ft C.t u n a au

-
U _

) _
)71 Lilfiii«IOftU del podct POGCiOttel

penonal. conlundcn la sujeción de la autoridad tobcrana a control


Y restrtecloncs poilt•c. . con su .Uiminación. En su empello por 1 es
dc: la <lcmocracoa " un aoblcrno de las Jc:yc:ll y no de: los
dan que todo Estado, democ:ñttc:o o de otra manera, tlcnc: que contar
con un bombr.,. n un 1rupo de hombres, que sea el responsable final
por el la autoridad Puo&to que en una democ:racia
esu responnbohdad latente en t14'mpos normales, escaumentc vi·
o.oblc: a través <k la trama de constituciunalc:s y de: normas
lc:¡¡alcs. se supon.. por lo ,cnc:ral que no elliste, y que la suprema auto-
nd:od lc:tisl.,th•a y c:jccuti\'3 -nterionncnte la responsabilidad de un
"'lo hombre, d estA ahora distribuida entre diferentes 0 ,._.
aosmos <.'OOrdmactos dc:l aoblcmo 'f que, en consecuencia, nin¡uno de
ell<• es supremo. O boc:n se !<Upunc a tal autoridad establecida en d
,.,c:blo cotnn un todo. el que. por supuesto, no puede actuar como tal.
Sin l!mbarao. I!D lleaopos de c:risls y de: tucnas, esa responsabihdad
fmotl se: ro:alirma. tal c:omo auc:cdió bajo las presidencias de Linculn,
WIIS<•n y los d<>1 Ronsc:\·ell, y deja a las teorías constitucinnales la ardua
tarea de: explicarla una •·ez que los hec:hos han pasado.
En lus f"derales, monárquicos u dc111ncráticus, debe
11na s¡olislacc:ió.n idc:olóaica a los Est:odos individuales que, s ido
60bc:ranos y• no lo soa. pero do:testan 3dmillrlo. Cnn este fin la pniclica
polftica olc:sarmlla todo un sistem:a de lisonj:os constituciouales que de·
rranoa •obre In> funcionario• y 105 •imbolns de los E stallos indivirlualcs.
y también hace: uso de conceptos y proyectos constitucionales que
•ólo licuen si¡uificado con rckreou:ia a Estados subcl";n¡os." ru.-sto
que ea constitucionalmente y políticamente imposible ue113r que el
aobinuo lc:deral es >-Obc:rnnn, y da.Jo que es paiculótficamcnte impo·
sible admitir que los Esta<los individuales ya no lo son. la teor l3 cnnsll·
tuclnilal seuc:illamente divide la entre el piemo federal y
los E stados, tralnndo asl de conciliar las realidacles poUticas con las
prdcrt•ncoa.s polflicas. Es asl, puco más o meuus, como Hamiltun y M:>·
di.un. quoc ncs hablan proclamarlo c nf;íticamcntc la indivisibilidad de
la sobcr.llli:l en 13 <.:onvencióu .Jc: 1767, fueron igualnl4'ntc enfáticos en
su insistencia acerca de la dh•isibílidad de: la soberanía cuando un ai\o
desput!s <"11 Tire Ft"deralist persuadir a los E stados que po-
dlan con•crvar su 50berania a pesar de: que habí•n dotado al gubiemo
federal con los podn-es soberanos provistos por la nueva
Debitlo a la uecesidad sc:nu: jante de construir un puente tdeolós•co
entre las realidades poUticas y las prefercnci3s pnliticas, la doctrma
de la sobcrnuia dividida ha crecido C"OII amplia a<:ept•ción e n d c;unpo de
la• rdaciuues "'""nacionales. Por una pane, la nación-Estado, en

'' Laa pi'Ktccas t1e IEaladoo Uuld010. Urudn Soviética J Alema·


- '-10 la ll0018Utuct0n de 11171 ou.tiUI - palio.
"Cf . C . E . W.rrlaru. HWOfll O/ 1M Tlloorw O/ 8oocrftt71<1V 11M• .Rouu•11•
Col..,.llla Uuln:l'$11J "'-"· No_. York, 1111111, 1111 : conatltucWD
por to ta11tu. loa - · pollllcoo J la teorl& Pollttca ele su tiempo . , . .
ele JI<-- ODVa ceulftl J local, J eu 111 fracaso para - r
clara 1 uplk í\amft>IOo la fueniOo última del poder ...-a&oo" .
Para el r....xneno _ . . dol la disaeplncla - ... lu teorlas dol la IOberanla
J .. ..u<Md polltlca de la - - . - ........... . . : . - BarUr. · - ""
Go<-c•nmcnt, O.lord Onl. .rSIIJ rr.a, Oaford. IMI, pie. • Y • ·
Le wbcrtVtlll 319

ta la fuente predominante de las


un Jrado más alto que de referencia final para sus
valoraciones Y c!ucas Y el P pod entre las otras nac:iones
lealtades seculares. su c:rprincipalcs preocupacio-
1
y la preservación de su sobc:ran a son as t son ese mismo poder
nes en asuntos internacionales. Podrl moderna civilización,
aoberauia quienes, bajo las con ctones . li·
con el poder y la soberanía de otras nactones Y ponen en
aro la existencia de esa civilización y , con ella, la de los propto!l
tados-nación.
Por consiauiente. desde fines de las guerras napoleónicas, los hu·
manistas y·los estadistas han buscado o:on intensidad y frccuc:ncu• ere·
dente los medios P"ra evitar las guerras autodestructivas a las que la
tuch• por el poder entre las modernas naciones-Estados ha dado lugar
Sin embargo. ha lleaado a ser mAs y mAs evidente, en particular .:n
los últimos liAos, que el principal obst4culo que ha invalidado tl do.; tus
esfuen:os por restrinair la lucha por el poder en el escenario lntana·
cional es la propia soberanía nacional. Mientras la suprema autoridad
legislativa y ejecutiva permanezca asentada en los gobiernos nacionales,
lll amenaza de auerra, espc:ciah,..,nte bajo l•s condiciones morales, poli·
ticas y tecnológicas <le nuestra era, puede decirse Inevitable. De estf'
modo la realidad polltica de la probabilidad de una guerra autodes·
tructiva confronta la preferenc:ia polltica para la preservación de la
soberanía nacional. Mientras que por doquier las gentes se muestran
ansiosas de librarse de la amenaza de la guerra, esas mismas gentes
se igualmente ansiosas por preservar la sobc:rania de
rupccuvas naciones. Sin embargo, si el precio de la paz fuera sólo
una de la soberanía y no el todo, si a los efectos de disminuir
la poSJbthdad de guerra fuese ni!Cesario tan sólo que la nación c(\m·
partiera su soberanía con una organi:ución internacional y no la aban·
donara por completo, podría tenerse P"Z y soberanía nacional al mi,;-
mo ttempo.
En una encuesta de opinión pública llevada a cabo en 1 ·
de 1974 un sct 1 · . a prtmavera
afiror.ativ¡¡ment:"a los contestaron
participara en un movimiento ust que Estados Untdos
nacional destinada al mantenimiento de inter-
ao. sólo el quince por ciento de la b . p mundtal. Son embar-
ciento de los que favoreclan la total y el diecisiete por
traron dispuestos a que las fuerzas po ctal Internacional se moa-
menores que las de la fuerza ínter de_ Estados Unidos fuesen
ciento de la población desea que tJ.hdal. "Sólo el trece por
:ucrza policial internacional y forme parte de una
Uer7.a policial sea mayor que la• r es n e acuerdo en que esa
. uerus armadas de su pefs''." Dicho
Chl " UN•sco alld l'llbllc Ophoioft
':"?.".:';!¡.P'la.
mo.tn>do r.ul\ab
12J
cuerra mllndlal en · ta - de
Cent.er
..u'
l'wbllc: A !'lhufJ br C110tn41ctonoe pala 1 en Gran
Nuett York, Taraato Lcacmai.i d. .Peat:. 11114 lila
. . • Compan,, Londrea,
de o t ro mOOo. unn con)tde rnblc ma 'orm dt..•l p tu...·b lu nort c.mh..'
d •.:anu t.' S lavo rablc a )., c rcn"· iou ck unn ullc.:rnndona l
\<l(MZ prevenir la gu e r ra, s ulo una ¡x.qudln minona de qutcncs
\'\li"C\. C'n CS..'\ org-;1nlluci6 n ( tlor lo tan to de población tot 31) se mues-
tra db.pucst.a a transferir la aul oriJ_.d ejec utiva s upn.· m a "'S dccar,
sobe-roma de Estados UniJos- u unn orgn niz..., .1ó n inh: nm H.>nul. l..'l
nul oría quiere a ntbas cosas: quiere "divadir" In s'-)bcruma. Es s ignili·
C'.ati\ o a c.sle rcspcch> que auicnt rn:o. e l t rei nt a y dos por L'l<' nlo de los
que f:wortten una fuerza Jh>ltclal interuacio na l dese._\ que la s fu erzas
nürtcam eri ·a nas se.11n mayores qul" esa fu<"t-z.a polinnl ; cu arenta y uno
por el rnn.yor grupo que C'Xprcsó su opin ión e n e !!ola c u cst ió n .
que sean de igual tamai\o . Quieren "divld ir" la sobl•rnnln im pa.rcinl
y dejando e l ci nc uentn por ciento " E stados Unidos y
e ntn:g-.utdo el o tro cinc uenta por ciento n una orgnniz.nciú n internacional.
La crecnciu en una sobcn,nu1 di\' is ible c.s 1.., nmnif'-•s t.\ción idl.!oló-
gica de esta contrndicción entre la •·calidad po lítica y In prcll'rc ncla
idt."<>lógica. la doctrina d.- la llivisib ilíJad de la sobcranla h ace intdec·
twalmcntc fac tib le reconciliar no sólo lo que la lógic a demuest ra como
incompatible - renunciar a In sobcranJa :al mism o tie mpo que se la
re u e ne--, s ino tarnbit:n lo que la expcric1tcia nos muest ra com o irrccon·
d liable b ajo las condicione s d e la moderna civilimció n : sobcr.tn ia n:t·
cional dC' o rde n . LC'jos de exp resa r una ve-rdad tcó ric:l
o de n:flcjar d estado ac tual de la expe rie ncia polit ica. el consejo de
e nt n-gar .. una p4rtc de la sobernnía n3c ional" pnra la prcscn'nción de ha
paz. equivale a la ilusión de tener y no tc nt· r una cosa a l mism o tiempo.
SEP'TIMA
PARCfE
La Politica Internacional
en el Mattdo Contemporáneo

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